tiene n las
Nacione5,
ó
personas que nos proponemos por
modelo. Materia
es
esta tanco mas intrincada, quanro ex–
püeHa
a
lln sin numero de partidarios, si examinada
filo~
$OÍlcamente no damos con alglln estat;!-e
prin~ipio,
á
do¡¡~
de poder recurrir para su acercada,
é
imparcial resoluciono
DcjJudo pues p:ira
mas
oportuno lugar
el
pecado
0 1
igi·
nal,
y
sus
foneHas consequencias, veamos si
hay
en
el
Ho mbre natu ralmeme considerado como miembro de la
Sociedad ilumada, a!gtJno,
ó
algunos principios que exijen
Leyes de buen gmro en su modo de vesrir, por el que
deba arreglane
m
bondad , hermosura , brillo ,
y
aseo.
Qut el Hombre necesita vestirse
lo convence suficiente
mente
la
nece5idad de havitar sobre la tierra cuyos
Climas~
por venignns que sean nunca carecen de frio ,
6
de calor
de humedades , aguas, vientos ,
ó
insectos de cuio rigo.,
res
t s
preciso precabene ; lo COJJVence tambieo su narn""
ral decencia ,
y
pudor.
Y
que el H»mbre debe vestirse.
con gmto
lo
convence, primero
su
inclinacion natura\
á
asociJr;e con 1us ig..iales
y
semej~ nces,
á
no disgusrarlos ni
desagradarlos
j
segundo
su
narnral incli nacion
á
respetar
a
·1
~us
seme j,1•
.et$
y
á
~e r re~pecado
d e
ellos ; tercero la CO"!
modidad ,
que le es oatur.!1 buscar pJra
el
exercicio
de los
mini,r<rios
á
qae
em de
ti nado ;
y
el desembaw con
qu:
drbe
de;e:mpeíiar
sm
fu nciones. Por todos estos resp::'.ctOS
se ir:i
di~cuniendo
en
materia
de:
trage¡
ha5~¡
llegar
~
~"~'jo
de
cada especie,