ó.
la línea po!i'tica· ele
la
v·ida
sociable,
1
lH
bárbaras
impresiones
con que sofocan aqueHas mismas disposiciones de la razon,
para buscar,
y
amar
á
sus sernejancrs.
<
Todo e&to se sabe muy bien no ser c:frcto de cruel–
dad, ni de ma-lic-ia, si1-10 mera fulra de 3dverrencia, mediracion,
y
gusro filosófice;
y
todo ello nada otra cosa t xlge para su
remedio,
á
vista de
fa
-<0onstante 3dhe1ion con que el bello
Sexo, ha mirado siempre .Jos intereses del público, sino
el
zelo de -un amante de
la
Suciedad, que <lesenr ra ñe la difi ul–
tacl'
.e~
que emíva <:ierto eottHiasmo,
q ne
insensiblemente
se-iha ÍQmentado.
PL~es
Seí10r;is ·mías, ni fdta un Amante del
P.aü.,
,oii falta
el
ztlo que
debe animarle
á
eHa empre1a; pue–
de falca de ¡i,
fa
suficiencia necesa1ia pa ra des
cmpe
ñar el a1u11 •
t-o
con acierco
y
apm'b3cio n; mas la prudencia de
Vms. sa·
brá
disimular sus defi:cros
·y
di ~pensar
muchas impe1 feccio–
ae-s,
tal vez. inevitable' en las circunscancías acruales dtl es·
tablecimienro de
su
Autor e;;
em
Capital. Las diversiones pu·
blicas tan necesa-riJs, como indispensables para
el
recreo,
y
desahogo de las gentes, ocuparán rambien una parre consi–
derable .de
sus
discursos, siendo la Poesia Tearral,
y
el Tea·
uo mismo el asunto de mayor pref.:rencia,
y
pr.:dileccion.
Las reglas fon.damemalcs de esra fac.Jltad
h~chicera,
fison ge–
ra,
y
agradable,
dilucidad~s
·COA
e-xemp! <>s,
y
contrahida s
á
toda expecie d
1
e
Dramas
y
Rep resenti ciones, ofrecen inmen–
sos campos, -en que entrctencr¡e
co1
ucilidad,
y
recreo, Las
}\epresencaciones mismas, ·con rclacion
á
los Actores, Con·
cunentes, al Teatro mismo, ofrecen cada dia nuevos ob–
jetos dignos tambien de ocupar un lugar distinguido en
el
t.xpresado Semanario.
Las
materias que
h~ rá n
el objeco de
«;Ha
0brn
en segundo ll.\gar seran los T.rages, los Blylcs,
Saraos, Paseos, ( oncunencias,
Tertulia~, C.1 f~es,
y
ot-r
s
~.unto.s, .auf!
dt
.menor.•entidad;
e
impor<anc:ia¡ en
que mn·
bien