Playas de vidas: novelas cortas

Rosa Arclniega Querido compañero de excursión: ¿quién inventará los rayos X del espíritu que haga posible el vislumbre de un suspiro que se congeló en un pecho? Pero, acérquese a la ventana. Mire hacia el mar.... ¡Sí! ¡Terrible! Terrible en su callada sencillez: el velero del príncipe de una noche navega ya por los ma- res rumbo a la Isla del Olvido. Las blancas gaviotas de sus velas, aleteando en el ai- re, envían un último adi6s a la Esperanza. • • • Quintaesenciar, en una sola frase inexacta, el dolor de todos los trágicos amaneceres que alumbran un amor burlado. (Los alambiques del Arte no han llegado a adquirir todavía la afinación necesaria para obtener ese supremo grado en condensaciones emocionales). • • • "Puesto que ayer sufrísteis conmigo, venid hoy a go- zar la felicidad de mi gloria .eterna".... Puesto que anoche, excelente colaborador, gozamos con la felicidad de nuestros personajes, suframos hoy con ellos su dolor. Su dolor que es también el nuestro.

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