Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas '15 Pero . . . silencio. Escuche usted: por aquella puerta s&le un confuso rumor de voces. Acerquémonos. ¿Eh? Vea u~ted: la tripulación está cenando opípara- mente. Haremos una presentaci'ón absurdamente cinema- tográfica. Sin temor alguno, avance usted conmigo. Y sa- lude. -Muy buenas noches, ·señores ... Expectación. Sorpresa sin límites. Ese hombre que se ha pl,lesto de pie debe de ser el capitán. Es joven y a- puesto. No tiene aspecto de terrible corsario. -Bien venidos sean a mi barco. Pero .. . La verdad; ha sido una sorpresa tan inesperada ... tan inespera- da ... En fin; ¿necesitan ustedes algo de mí? -Sí, capitán; necesitamos una cosa un poco absurda. -Un viaje gratis, ya adivino. Quieren que les lleve a alguna parte ... ¿Son ustedes fugitivos? -Desde luego; fugitivos. -De la policía? -No; de la prosa de la ciudad. Y lo que necesitamos de usted es . . . ¡un conflicto novelesco! (No haga usted caso de esa sonrisa irónica). -¿Un qué? ... -Un conflicto novelesco. Comprenda usted, capitán. Nosotros somos dos novelistas que planeamos ahora algo en colaboración. Tenemos ya los personajes, pero nos hace falta un conflicto para ellos. -¿Y creen ustedes que aquí ... que yo ... ? No, por Dios. Aquí no hay asuntos novelescos posibles.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx