Playas de vidas: novelas cortas

Playa d.e "Vidas dfa primavera, con el armiño acariciante de todas las fe- licidades terrenas. Su vida extrañamente enigmática de antes, sefiora Marta Hoppe, ha entrado en la etapa de lo normal. • • • Pero, silencio. Marta tioppe continda sumida en la aparente inconsciencia que 1a llevó al crimen y acaso po- damos aprovechar este oportuno momento para penetrar en su psíquica intimidad. Situ~mosla primero en su propio escenario, en el es- cenario de su crimen. Imaginémoslo. Y o le iré sugiriendo al ofdo: -Usted, sefí.ora Marta Hoppe, está perdidamente ena· morada de Julio Ripolte. Ansía usted ya su auténtica pre- sencia, y le ha invitado a pasar tas horas cómplices de la noche en su compafíía. Es una entrevista prenupclal, y usted, espíritu idealizado de mujer, ha vertido, sobre el saloncito que ha de acoger a su amado, la esencia de sus más exquisitos refinamientos. Ensayem_os un pequeño croquis de ese salón: en el centro, una caprichosa mesa enana, invita a jugar sobre ella al poker de las calladas corifidencias. Un diván junto a ella. En un ángulo, cojines, cojines, cojines . . . "Campos de plumas en las suaves batallas del amor". Al fondo, un mirador abierto sobre la voluptuosidad

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