Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas de este rubí, el mástil dé un fino estilete clavado y cim- breante. "Y, de rodillas, junto a él, Marta Hoppe. Espléndida, fastuosa, estifizada. Sin .llantos, sin gritos, sin sobresaltos. Su doncella la sorprende besando la boca y las manos del amante a quien acaba de asesinar. "Acariciándolo en su regazo con extraña delicadeza, la encuentra también más tarde la policía cuando irrumpe en el salón. Interrogada, s.e niega rotundamente a contes- tar. Llevada a la Comisaría, permanece también en la. más absoluta de las abstracciones psíquicas. "Pero, realmente, su silencio no entorpecerá las actua- ciones judiciales. Se sabe que ésta era la segunda vez que Marta Hoppe y Julio Ripolte se veían aquí. La causa de este asesinato aparece clarísima. Se trata de un crimen pasional. Marta Hoppe ha asesinado por celos, por despe- cho. Se hace preciso tener en cuenta las diferencias de edad. Julio Ripolte es casi un niño ... Ella, una mujer mundana, bellísima, pero madura. Quizás alguna alusión a sus años , algún otro amor oculto de él" . • . Etcé- tera. • • • Muy bien; derramado ya ese primer borrón de sangre sobre la blanca placa de las cuartillas, cabe adentrarse en el penumbroso laboratorio de los experimentos psíquicos con el fin de obtener una hipotética -aunque acaso cier-

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