Playas de vidas: novelas cortas

40 Pero aprieto el botón número 1. Máquina avante. Im- pasible hacia el Destino. De pié todavía en la cabina de mando. Roza el barco el costado izquierdo del muelle. Ya ex- tienden mis marineros loR tentáculos de las amarras hacia las boyas. ¡Ya está a tu vista el que te aguarda! ¿Quién es? ¿Quién es? ¿Por quién aletea tu pafíue- lo? ... Ya tomas tu maletín; desciendes por la escala. Un peldaño . . . • otro . . . • otro. · ¡¡Y no te detienes un instante siquiera!! ¡¡Y no das un adiós a mi vida, no vuelves siquiera tu cabeza para conocer a quien nunca conociste!! •.• ¡Alma: huye del cadáver que dejas aquf sin enterar- te de sus extertores. Sin un estremecimiento. Gozosa. te vas al cielo. ¿Hacia quién corres? Te veo. Hacia • . . ¡Si! Os fundfs en uno sólo. Te arqueas, te inclinas, oprl· mes, besas . . . , besas • .. , besas. . . . . . Ajena al mundo. A este otro mundo. Al que dejas aqui en tinieblas. Besas • . . , besas . • • , besas • • • Empezáis a andar. Te alejas. Eres ya un punto •• , , nada ..• Laura, Luisa, Alicia, Ofelia: ¡Adiós! Mi alma está clr· cuida por altas murallas de dolor. Camino solo por entre las colmenas de este cementerio. Son camarotes; pero, para mi, "nichos". Nicho número 15, nicho número 23 .•.• Nicho número 45: ¿sabes tú algo de lo que pasó por ti?

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