Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas 31 Forque el corazón no está hecho, como el cerebro, de cé- lulas vigorosas e impalpables. Porque el corazón no bus- ca fantasmas, sino cuerpos, no esencia de flor, sino flores. Laura, Alicia, Of elia o Luisa: cierra tu puerta a iili corazón. Porque f!mpieza a querer interesarse por tu pasa- do y por- tu futuro. Porque- em.pie2a a mirar algo m.ás que tus ojos y que tus pensamientos ... No puede \Ter, como esta mafiana cuando estabas asomada a la borda, un te. nue t'evuelo de tu véstido sin estremecerse; un arranque de tus elásticas piernas o el vago contorno de tus senos revoluc1bnar1os. sin temblar. ¿Ves? Ya sabe que tus senos s<?n revolucionat-ios, que tus piernas van enfUndadas en unas medias de caprichoso color, que el J:evuelo de tus vestidos es como el a.letea:r de todas las incitaciones pecaminosas. Posee una gi-an fuerza retentiva y se goza en superponer la instantánea de tu cuerpo musical a la inmutable diafanidad de tu es- plritu. Quiere también interesarse por tu · pasado, por tu ori- gen. Porque él, materia al fin, nada sabe de eternidades, de estados, de inocencias, de viajes sin principios. El no sabe que tú vienes de las estrellas, y pretende fijarte un lugar de nacimiento. Y una fecha. Quiere saber si eres libre, si giras en torno de alguna órbita o si eres centro de sistema planetario. Quiere saber si eres esencialmente virginal como un lirio recién brota- do en la pradera. Saber por qué viajas sola. Por qué; unas V(!ces, ríes de los zumbidos ele los "moscardones' ' y otras

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