Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas Nodhe de este día. Las once. Laura dice entornando los ojos: ~Tengo un sueño atroz. Y Victoria contesta: --Yo también. Voy a acostarme ahora mismo. 265 (:Be despiden. En su precipitación, ni se dan cuenta de que esta es la segunda noche que olvtdan sus prácti- cas religiosas). Victoria se felicita del sueño de Laura. Laura del sue- ño de Victoria. Descalza, Victoria se instala en la ventana de su alco- ba. Laura no tiene tiempo de descalzarse. Ha fraguado un plan audaz y decide ponerlo en práctica. Antes se cerciora de q,ue su hermana duerme. Sí; ya trascurrió largo rato. . . . Está apagada la luz. . . . De puntillas, sale al pasillo; enfila ~a escalera. (Su c'orazón es un arriesgado acróbata ensayando saltos mor- tales en el trapecio de su pecho). La puerta del jaI'dín. . . . Un lev·e chirrido de los goznes que, en . los o~dos de Laura, adquiere fantásticas resonancias. Luego, la frescura de la noche cayendo C'>- mo una ducha sobre el ardor de su espalda.... Mira hacia el cuarto .de Victoria.... Nada ve. Desli- zándose paso a paso por entre las plantas, llega hasta la verja. (El borrón ne.gro Q.e una enramada la oculta). Un leve suspiro: -Jorge.

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