Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas 24:9 ¿Por la muerta? ¿Por el futuro encarcelamiento? ¿Por su propio amor ideal bautiza.id.o con la cálida sangre de un fratricidio? .... Imaginemos que por todo ello. Pero, al afrontar la incógnita, tropezamos con el mismo telón sombrío. ¿Có- mo esclarecer lógicamente -novelísticamente- el sin- gular amor místico de esta mujer por un hombre in- existente, cuyas señas y nombre no coinciden con las del joven novio de su hermana? ¿Transposición de imáge- nes? ¿Espejismos del recuerdo? Esto sería llevar el tren de Ias interpretaciones has- ta un límite eXJcesivamente convencional. Y, sin embar- go, quizá fuera posible forjar con todos estos anteceden- tes una novela. ¿Una novela? !Suspendamos esta labor hasta mañana. Porque hoy, la tarde veraniega se ha echado a dormir la siesta. Ale- targada, reposa con sueño de boa. Utilizando el arco de un alto meridiano, el sol dispa- ra sobre la tierra sus hirientes dardos ígneos. El silencio se agazaipa en los frescos rincones de las casas. Invitan a descansar las mecedoras. La modorra se columpia en la comba de las pestañas. La penumbra es el clima del sue- ño natural. 1 En letárgico sopor __icasi a punto de desplomarse er.. el vacío del desvanecimiento- el espíritu intenta ensa- yar una interpretación del "definitivo sueño" sobre la ri- gidez de un metro cuadrado de tierra. ¿Será asi la muer-

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