Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas 221 * * • El motivo de este hecho · Si los periódico:.:; nunca pudieron dar a sus lectores la anterior referencia sobre la fuga de Hermann Schenin- ger a causa del hermético silen cio en que se encerró M. de Merillac, mucho menos lograron penetr ar en la últim~ causa incognoscible que había producido este h echo tan sorprendente. Pero -escena que no conoció nadie jamás- el día que levantaron la incomunicación al ahora recluso De Me- rillac, cómplice en la fuga de un condenado a muerte, con- fiado a su custodia, Arlette, la bella, joven y elegante mu- jer de M. de Merma.e, se pr esentó en el r astrillo de Ja prisión para exigir a su martdo una conformidad de di- vorcio. He aquí una .breve <referencia de esta entrevista, que esca;pó siempre a todos los oídos indiscretos. Lo más terriblemente embarazoso, tanto para la bella Arlette como para M. de Merilla.c, fue, en este dramático momento, cruzar con aipavernte naturalidad sus primero;; saludos. Des¡pués de- todo lo sucedido _dijo Arlette_ no creo que pueda extrañarte el que yo ¡presente una demanda de divorcio. _.No, de ningún modo. Tienes un perfecto derecho a ello. Sobre todo, desde tu puDJto de vista.

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