Playas de vidas: novelas cortas

Playa 4e Vidas -Señorita, con el 2-3-6-5. -Con el 3-4-2-1, señorita Yo, un número más -el 38, la operadora número 38-, soy aquí la dueña de todos estos números enceldillados, la reguladora de todo este formidable tráfico filamentoso que cruza de un extremo a otro la Ciudad. Por entre mis dedos -pinzas de unión de tejidos-- pasan los secretos de mil ocultas intimidades: la voz des- garrada del dolor y la festiva voz de la alegría; las pala- bras que tiemblan, con tartamudeo de aprendizaje, el idio- ma del amor, y las fustigadoras palabras que sacuden una acusación; el alarido profundo que arranca la muerte y e~ melífluo vagido con que se anuncia la vida; el vocabu- lario misterioso del crimen y la orden imperiosa que mo- viliza legiones. Por aquí, tembladoras, vibrátiles como saetas, entre mis dedos de célula inconsciente, una, mil, cien mil veces durante el día, vuelan en suave vuelo las virtudes y, en movimiento reptante, las pasiones. Y los vicios. Y las fuer- zas secretas todas que rigen las acciones de los hombres. Lo consciente y lo subconsciente, lo radiante y lo te- nebroso se dan aquí cita. Hierve aquí, en formidable ebu· llici6n, el agua sulfurosa de todos los instintos; los torvc-.s pensamientos que huyen de . la luz solar y las palabras tortuosas que únicamente en la sombra encuentran justo lenguaje; la anónima delación y el insult? meditado; el deseo inexpresado en la cita clandestina y la oferta de dl· nero a cambio de unos chantages.

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