Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas 133 key. La ... aventura que vamos a emprender juntos bien lo merece. Rápidos como el contacto de dos espíritus, los ojos del teniente Harrison fueron a chocar por tercera vez en el día con los del capitán Stark. Al servir el whiskey, La· dy Astor quiso sonreír, pero sólo consiguió hacer asomar a su rostro empalidecido una mueca impresionante. Hubo un largo silencio. El capitán Stark lo cortó, al fin, anunciando: -No habíamos comunicado nuestro proyecto a Lady .A.stor porque esperaba ... la presencia de usted, tenien- tt.: Harrison, para decírselo. Lady Astor: el teniente Harri- son y yo saldremos mañana para hacernos cargo del man- do del fortín de Kya-Payala, situado, como creo que sabes, en las últimas estribaciones de los dominios británicos en la India. Existen allí serios temores de una sublevación indígena, y el coronel Hundingdon quiere que aquello es- té bien defendido por hombres . . . de valor probado. Esos hombres parece que somos nosotros, ¿no es -verdad, te- niente Harrison? El teniente Harrison apuró su whiskey con suprema naturalidad. -Así es -dijo, tal como si hubiera conocido esta no- ticia anticipadamente-. Si esa es la orden, capitán, ma- ñana saldremos para Kya-Payala. Un oficial británico tiene siempre ... la estricta obligación de dar un buen ejemplo a sus soldados. -Evitando todos los escándalos que puedan desmora- lizarlos.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx