Una llave, un mar, un puente : el impacto de la selección de libros en la formación de lectores

de responder sin caer en las tautologías. Cada texto es algo en sí mismo. Es, en todo su sentido óntico y onto- lógico y, a la vez, en todo lo que ocurre alrededor, de la historia, de las condiciones materiales, del contexto. Es impresionante entonces cómo los textos, por ejemplo, atravesando un proceso histórico como una pandemia cobran otro «sentido», toman otra perspectiva. Y si a eso le sumamos, en una escuela, las cuestio- nes que tienen que ver con la malla curricular, es decir, todas las indicaciones de las áreas de lengua, de prácti- cas del lenguaje, de literatura, artes literarias o como las llamemos; y, además, las cuestiones personales, familia- res y sociales, tendremos un cóctel que es muy difícil de pensar fuera de cada caso, de cada escuela, de cada lector/a en particular. Michèle Petit en su texto «Para qué sirve leer» dice: en el comienzo de la primaria, importaría el he- cho de que los padres lean en voz alta: los niños a quienes los padres leen varias veces por semana obtuvieron resultados superiores a los de aquellos cuyos padres no les leen nunca o rara vez. En la secundaria, cuanto más disfrutan la lectura los adolescentes —en papel o en línea—, mejores son en la comprensión escrita. [...] La relación con la «cultura escrita» es un objetivo esencial del éxito escolar, es inclusive la llave de todo (2015, p. 43).

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