Una llave, un mar, un puente : el impacto de la selección de libros en la formación de lectores

29 del otro —el lector— para actualizar el del texto y hacer sentido en la vida, que es el lugar don- de ese lector realmente está. Aprender a leer es familiarizar-se con diferentes textos conocidos en diferentes esferas sociales —periodística, artística, judicial, científica, didáctico-pedagógica, cotidia- na, mediática, literaria, publicitaria, entre otras— para desarrollar una actitud crítica, es decir, de discernimiento, que lleve a la persona a percibir las voces presentes en los textos y percibir-se capaz de tomar la palabra frente a ellos (2008, p. 8). Esa imagen maravillosa de Eliana nos hace pensar en un lector o una lectora que sale del papel pasivo de ser receptor de un texto, de un traspasamiento entre el continente —el libro— al continente —persona que lee—, para pensarlo como un texto cambiante que se va actualizando como cada lectura particular. Leer es un acto complejo que requiere manejar al mismo tiempo varias herramientas o «estratos» como lo llama Bértolo en su libro La cena de los notables : Cuando leemos un texto narrativo se pone en mar- cha un complejo proceso mental y multidialógico en el que van a intervenir de modo simultáneo cuatro estratos de lectura que desde una perspecti- va analítica podemos tratar de delimitar y analizar:

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