Estudios geológicos en la provincia de Chancay

- 44 - de tener una masa mas considerable de glacia– res y porque el descenso en ellas efectuado nun– ca fué bastante suficiente para derretirlos por completo. Y aquí teneis, señores, el punto de partida de la formación del légamo. Suponed que ya el diluvium ha terminado sobre las montafias de la costa, que ya se han liquefactado allí todos los glaciares, y que han llegado tiempos tranquilos y serenos para estas comarcas ántes tan profundamente conmovidas. No gozan sin. embargo de esta relativa calma las escarpadas regiones de los Andes: allí se ha derretido ya una cantidad inmensa de glaciares de una manera sincrónica con los del litoral; pero quedaba aún una masa restante, mas con· siderable todavía, que prolongaba en ellas los tiempos del diluvium cuando ya este período había pasado en las vecindades del mar. Las copiosas aguas que tal diluvio originaba, des– cendían por todas las vertientes para converger á sus cauces naturales, que no son otra cosa que los valles que desde alli se encaminan por un trayecto mas 6 menos sinuoso hasta la costa. El valle de Huaura debió ser pues en este tiem– po el álveo de un gigante río que depositaba en todo lo largo de su cuenca los detritus acarrea– dos desde las laderas de los Andes. Los mate• riales mas pesados, como los cantos rodados de grandes dimensiones, se colocaron inmediata– mente por encima de las arenas que el dilu– vium de la costa había puesto á su vez sobre los cantos erráticos de la formación glacial; vie– nen en seguida los pequeños cantos 6 las gra– vas, y ~nalmente los detritus mas ténues y lige-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx