Ernesto : cuadro social

- VII - Maclovia, advenediza corno su hermano, nécia y aaefesiera más que una mona, no es caracter divino, pero es humano. Y Grama!, que aprovecha de la jamona, estrafalario y listo como· un macaco, no pasa de la esfera de un gran bellaco. Observa en los salones, y ~Harás ciento como este par de peines que traigo á cuento. ¿Quién habrá que de Ernesto bu,rlón, reclame en ese diminut0 círculo infame, que he pintado en la escena, sin gran talento, pero sin que me quede remordimiento? Y si chistan ...• llli objeto veré cumplido: "¡Ay de aquel qué se diera por aludido!" ¿Por qué encuentras á Ernesto contradictorio? ¿por sus burlas sangrientas de la canalla · de frac, donde ha pasado su purgatorio? Ante esos figurones, dí, ¿quién no.estalla? ¿Procede como un roco? Si, su careta sarcástica, aprovecha las ocasiones, escarneciendo todo lo que respeta la mercachijlería df corazones. No es U¡n truh~n de mal tono rey de la chanza, ¡es el génio terrible de h venganza! Pues que de él se burlaron, tiene ·derecho á encerrar ilusiones dentro del pecho, y retornar la burla dura y sangrienta, . pena talionis bíblica, punzante abrojo lanzado cara á cara, que no le afrenta, porque Moisés lo dijo: ¡o/o poro/o! ¿Lo quieres más cristiano? Mírale atento de3ar la carcajada y el ceño adusto, cuando muestra el camino del sentz'mi'ento al amigo de su alma, misero Augusto.

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