Previous Page  329 / 404 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 329 / 404 Next Page
Page Background

14

ALMA LATINA

que sienten lHs élnsi;-1s primaverales

de la adolescencia.

Que la memoria de Enrique Alva–

rurlo viva siemp1·e en el con-1zón de

los jóvenes es nuest1·0 intent, al e-

vocar su nombre

y

que Sf'a siempre

el ejemplo

y

el aliento de los q t1e ll e.

gan, henchido

d

pecho de ilusiones

y

pleno de ensueños el e píri tu.

R. P. B.

...

.......

......

·····················

:::..

..

:·:

.....

..........

:

..

:::::.:::::::·:: .·::::

................ .................... ······ ..............................

.

LOS MISTERIOS DEL CAMPO SANTO

I

Y

era una tn nie triste

y

somnolil'n–

ta, parecía reinar un mutismo

S<>–

lemne, la tt·a nquilidad

y

el 1·epo o

más imperturhables.

En unH 111odestH e ~té1 n1..·ia ele la ca –

lle de la H . se extinguía por inst é-ttl–

tes la existencia de un ilustre yflsta–

go del Celeste Imperio

El harón

de Yoki fallecía rodeado clei11nu111e.

rablespariente

y

amigo 1101·0 . os

y

enmpungidos por tan sensible pérdi –

da.

De vez en cuando, en medio ele las

plegarias ele los u nos y las lame n –

t.aciones de lo ot ros, e capábanse

.!:.

,·itosdesgarraclores de pesar. Los

e onc urrente reu ní , t nse po1· centena-

1t·s en la ca a mortuoria, aparecien–

clo en el umbral de la estc111cia con

i

us ro!,-t1·os a 111 ,11 illos

y

sus ócbi as

cksencajadas. Se ag~>lpalrnn,

cu–

chichealwn y se ab1fan paso para

l leo~11- hasta el lecho de muerte.

Y,

ki fue cari11oso, comp,1si,· o

y

bueno. Supo captarse siempre el

nprecio de todo

us compatriotas .

Hábil en negocios, ha hía a lea uzacl o

una brillante posición

y

una cuan–

tiosa fortuna; sin embargo la senci–

llez del hogar en que hnbÍH vivido

no ponían ele ningún modo de m ,t

nifiesto su holgada ·i tuación.

Los funerales fueron

sokmnísi

mos. Asistió el elemento ..:hino

111{1s

selecto residente eu L

El atahucJ

de rico cedro. lujosamente ornamen·

tado con brazeletes, a rgolléls y ott-as

pi ezas de plata finísimas, p1·esenta.

bH n un golpecle vista irrep1·ochable.

Como scostuml>reentelos chi–

nos, a la u anza de los antiguos

egipcios

y

fenicios que cuidaban pri-

111orosarr,ente de sus 1nuertoc:, ro–

de:1

i-c>n

al difunto de los objetos que

u

·6 y

clisfrutó en vida; vajillas de

oro

y

plata. gran diver;;iclad

de

u len:--ilios <lemésticos , alhajas, pie·

clras preciosas

y

acas·o el dinero que

po

·E'yó.

La romería

::ti

cementerio fué nu-

111e1,.<)SÍ in1H .

Fué

e11ter1·aclo en un

:--obe,·bio mé-Ju oleo

y

todo ahí con

clu

,·ó . .... ................. . ... . .................. .

-

II

Y era al anochecer de un día cáli–

do y fotigo~o El cementerio hallñ–

bé.lse sumido en profundo letargo

los pasos cadenciosos del Guardián

a pena:,; se hacían perceptibles

y

la

paz ele los mu e rtos reinaba por clo–

quien1. Los fuegos fatuos hadan

den-oche ele fantasmagoría en ma–

cabra danza funambul sea. Y sin

emlwrgo, no todo estaba quedo: el

esµíri tu siniestro de la profanación

y

el crímen, oretendía cernirse en

aquel silencio sepulcral. Varios in ·

di\"iduos de nwla catadura deslizá–

banse cautelosamente por los in ter–

mina bles cuarteles

E qnivan con uspicacia la mira·

da del vigilante

y

levantan iJencio–

s.c1 mente la tapa de la caja mortuo–

ria del de. grnciad o Yoki, lo despo–

j,. n completamente ele todo lo que

Jo rod ea, dejA ndolo abanc'lonado.

La aparición de la aurora hace

esfuma1- 'e a esos engt'nd radores del

mal

y

los primeros tibio

y

ténues

r:1_ye>s de sol devuelven al Campo

Santo su reposo habitual.

Vuelve la paz al cementerio

y

con

ella la luz .....