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ALl\>lA
:LATINA
Que In
últimasilueta ha trastor–
llél
110
al
mur.dofemcnino dando
lugar a
una serieele accidentes.
Que una niña colegiala
ele
S:=in
José,
y
muy suscept;ble por lo tan–
to, prometió
a
un Redactor cles11ia–
Ya
rse sino le cleda la solución.
· Que muchas personas ele fina. pér–
cepción creyeron que la silueta era
lle la espiritual Bebé.
Que era fundada esta creencia
porque los bebés 1,0
ingresan al
templo
y
usan un v.::stido siempre
igual.
Que eti la bcijada ele los baños ele
Bé11-ranco se vende chanca.y
en
gra
ncles cantid¿¡cles, para los ·a ficio–
nados.
Que
ya
nadie le enn1entra la pun–
ta
a la Punta.
Que Nicolasito casi se muere ·el
otro día de fasticlitis agucla en
una
retreta de Chorrillos,
.
Que la ida de Rosita a Huaca–
china es algo tan triste corno
el
eclipse totvl de luna ..... .
Que la llegada de •Alnrn Latina»
a los balnearios es algo tan espe–
rncla como la llegada del antiguo
tren de :;eis.
Y
que «Alma Latina» abre en este
mismo número una enquete inte–
resantísinrn,
publicándose todac
_las respuestas que se reciban ..... .
perfumacfas.
,,-u11-11-uu-11-lfU-•ff-1111-11u-H-1.f1-,,---,..,-11n--:-M-aa-MU-•-•U-•tt-tttt-•11-11
Sll.tUETAS
1
uestra última si neta ha clesper
tado una
\'iYél
cu1·i,,siclnd entre
nuestras su~c1·itorns. Diñ logos he–
mos oído en los que con una pica–
resca ma lil'ia se afirnw ha que la
sil.ueta era alguna amiga cuya toi –
lette asegurabon no haber variado
rlescle el
invierno pasado. Otras
más atrevidas seña lahan a Fnlani–
ta que tiene un caréÍcter muy áspe.
ro, sin que nadie acert:1ra aproxi–
madamente siquiera Pedimos per–
dones por haber excitado la curio.
sidad de todas lns mujeres de Lima
--enorme curiosidad--y por haber
suscitado apreciaciones no del todo
bené,·olas. Fué en un rato de hu–
morismo que nos vino la ocurren-
cia de "siluetear" a
la limeña más
genuina
y
m 1s firme que existe en
Lima y
reprnclujimos los rasgos
impeca hles qus ostenta la india
simbolizadora de América en el
monumento de Colón.
No sabemos si la s-ilueta se habrá
dado por aludida pero en prueba
de nuestro sincero arrepentimiento,
ofrecemos hoy una silueta anténti–
ca, seductora
y
gentil.
Es suave
y
es bella pero tiene en
su mirada una alegría inquieta y
decidora que armoniza con el en–
canto indefinible de su sonrisa. Es
su belleza la genuina
y
aristocráti–
ca belleza de las
limeñas. Ra sgso
delicados
y
puros como los de un
mármol clásico
y
la tez sonrosada