"qüe
y!í
re-
públic6; dig© co·n
el
mifo10
ti–
bro, pcrq\1e
es
cieno, qt1e
hafb
dcfpues de
kydo
el
T~t~1lo,
y
adherenrcs, no ví
la
car –
t~1
con
que
V. S.
lo dirige. No me
detcngo –
cw agradecer eíl:e favor, que eflimo,
y
apre·_
: t.-io
mas,
que todo el juicio, (aun ftendo
tail{_
\'entajozo )
que h;;ce V. S . de
unos
ojos
tan mines, como los
mios.
la obra me
quie–
re aqu1 todo eñccro,
y
todo entero no feré
baíl:ame
á
celebr;:i rl a. Hcla
leydo dos vece.>
(:0n mi
mayor reflexion ,
y
clch o decir
que
e xcde en
mucho aun
!:t
lo
que
yo
efperab:;i.
Yo
-efperaba
tm bHen
P<!pel
en derecho ,
y,
me hallo con
toda
una
Enlyclopcdia. No' exa.·
ger o ; ni creo, que habrá quien fue nme
de
hyper~olico,
ft
eón
de!imerez
fe
examinare,
que en
el
breve <:Licrpo de
~ella
cftán con
dcíl:reza recogidas ,
y
-admirnblcmeme. !'Olop
c1das
todas
las !tices eje
t,Jtt1
Jrnifconfolto pro-'
fon_do,. de .un T:,oliriw cor¡¡fomadl', de un
Hyf–
.toriador
c:i:bal, de
n ¡,1
Phylofopho
exq~iifito ,
pe
un Ge-ometra
efcrnpulofo
5
de
un
Logico
fotil, de un
Rei RO\:i!'P eloql!lG'.hte, ,
y
de
tlll
·Conjunto de
tolfas
las
beii,as Lenas.
He dkho todas
las
luces
de
ura
}Lt·
,rifconfolto prnfondp_¡ porque eík nombre fe
debe no
á
<lquel,
que
fin pafar del
fonido
( por lo
·comun
peligrofu)
de la Letra de la
ley,
aglomera,
y
amomom
á
millaradas
los
1
,tcxw~;
fi
folo al
llU~
bien jmpudlo en
el
ef-
priQ