es
peor·, c-0n el 'difgufio
cafi
intokrable
de leer malos "Libros. Tampoco
pode~
mos
prometer efülo -mas
templado,.
pues aunque mu.chas dias ha
·conoce~
-mbs
d
que podiamos imitar, no
ten:e~
mos l0s affontos tan felices,
y
acomoda~
dos ; pBes los Padres de
Trevoux
fe
ef-:
cogen l·os Libros ,
y
fe toman el tiempo
que quieren ;
y
en oueflro
Diario
nos
vemos precifados a cenfurar los que no
quilieramos ,
y
dentro del efpacio de
tres i:r.efos. Los Efirangeros tambie"'
encuentran el buen .gufio de las letras
conocido e111:re fus .Autores,
y
nofotr()s
tté>bajrnws.
a
introéuci~le
; Jo c¡ue
no.
puede confeguirfe con iuduJ.gendas,
y,
aplaufos de lo que torpemente
fe
yerra>
y
con obílinacion
fe.
dffiende.
Solici~
tamos, en
fin,
refiablecer el honoran-,
üguo tan celebrado de los Libros Ef-:
pañoles ,
y
debrrnos preferir
la
honr-a
-<le la Nacion,
y
la infiruccicn ce
la ju–
venru.d a toda .opinion loable , pero
contraria
a
efi0s finrs. Si
algunos :fin–
tiere n ella fcveridad de nuefiro zelo,
ácn.~F~enfe ~e
pr•gu_ntarf.e
~ _si
¡:nif¡nos .
m