Playas de vidas: novelas cortas

¡'¡El Folletín!! ¡¡El Folletín!! (El grito callejero ha concitado contra el escritor to- das las miradas iracundas de los transeúntes. Le persl· guen todos los severos guardias del Gran Tribunal Esté· tico). Quisiera la novelista actual descubrir, a través de la lente del microscopio el menudo protoplasma de una emo- ción novelesca, en el qué la pureza anecdótica fuese como un perfume raro, evaporado sobre un cutis sedoso. Que- daría así un olor intenso flotando en el campo de las cuar- tillas, sin acusarse, por ·eso, la presencia material del fras- co. '(Ausencia de narraciones realistas, de relatos al estilo "fotográfico", periodístico) . QuJsiera la novelista actual echar mano del "vulgar tesoro" de las vulgares tragedias cotidianas; esas trage- <fuis de cada día que destilan de todos los poros de las grandes urbes modernas y enigmáticas ... Imposible hallar algo que no sea monótonamente abu- rrido y anodinamente gris. /Quisiera evadirse la novelista hacia regiones ultrapoé- ticas e invioladas. Ser algo inédito dentro del inmenso fárrago editorial . • . ¡Imposible! ¡No hay más que un sólo pecado original! (¡Qué poco original es el hombre hasta pecando!)

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