Playas de vidas: novelas cortas

Playa de Vidas 271 -Muerta. ¡Está muerta! -¿Por qué? (Los gnomos del misterio se escabullan por entre la hojarasca del jardín con el pomo del auténtico secreto .escondido en la joroba). Alguien repara entonces eri Victoria, extática al pie de la muerta. -Es su h ermana; ¡.su hermana! La ha asesinado su hermana .... La . conducen a la casa .... La interrogan~'. .. Victo- ria no contesta. Tímidamen te, uno de los circunstantes lanza la hi· pótesis {le una posible demencia. -iEstá loca; está loca. Victoria no llora, no oye, no entiende. Habla sola) Para los que la rodean sus frases resultan ilógicas, inex- plicables. Transfigurada, sonríe, esicuaha, susurra pala- bras incongruentes a alguien que sólo ella puede ver: -Ignacio . . . . Mi vida. . . . E1s infinito mi dolor, pero sé que tú me amas . . . . Más pruebas, Señor, más prue- bas .... La sin~estra silueta del terror proyecta. sus alucinan- tes perfiles en los ojos de todos los presentes. -¡Loca; está loca! Llegan las autoridades. (Abajo, en el jardín, un artista protesta de que l~ Perfocción, dormida en el cuerpo yaicente de Laura, haya de ser sacrílegamente profanada por el frío escalpelo de las autopsias oficiales). . \

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx