Playas de vidas: novelas cortas

xm j Y el hecho de que hasta ahora no se haya dado acaso con ella en el arte novelesco, no puede restar valor -ni calor de simpatía- a toda noble tentativa por marchar hacia su búsqueda. Todo peregrinaje en exploración, en semi· penumbra, resulta siempre más meritorio que un ancho ca:rµinar sin cuidados por senderos conocidos, por rutas jalonadas de hitos, de carteles indicadores de distancias. ¿Y quién, con sensibilidad del minuto presente, no se ha debatido en el tanteo, en el andar a ciegas, en el des- broce de trochas, en una labor de mineria, en una faena constructiva? ¿Qué espíritu artístico no habrá sentido -y siente- el hondo deseo de crear algo increado, bello, etéreo, y resistente a las dentelladas del tiempo, pero que no se parezca, sin embargo, a lo ya visto, a lo ya degus• tado, a lo ya envejecido por el uso? "La novela -se escribe en una de las que el lector encontrará a continuación- como todo lo que va vestido con formas concretas, no puede ser más que un clisé desti· nado a ponerse amarillento con el tiempo. Habría que in· ventar la novela desnuda y musical, la novela sin pala· bras, inconcreta, pura, estilizada, vestida únicamente con un ropaje de volutas de humo". Y más adelante: "esa melodía acaso cursi que ·ahora so esfuma en el aire será la inmortalización de esta no- che en dos espíritus. Sin ella, hasta en lo más deshuma• nizado que ha podido inventar el genio humano: en el cinema, la evocación de esta noche res:altaría, dentro de unos años, ridículamente anacrónica." "Nueva caligrafía.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx