Playas de vidas: novelas cortas

-¿Cuántas inserciones? -Tres. -¿Seguidas? -,--No, señorita; alternas. Este es un jugador de azar inconsciente. Salpica su anuncio entre los días como el jugador entre los colores del tapete, confiando en un capricho saltarín de la Fortu- na. Lunes . . . , miércoles . . . , viernes. Tres notas iluso- rias separada~ por el picado de tres compases de espera. Tres breves días con horas e ilusiones de seis. Casi una semana de sueños humanamente materialistas, pero espe· r~inzadamente humanos. -¿Sección "Ofertas" o en "Varios"? -En "Ofertas". Aunque no; quizá si no es un jugador inconsciente. Antes bien, un jugador que, conscientemente, se juega su . última carta a la ruleta del Destino; un condenado a muer· t0 por hambre que prolonga así sus últimas agonías. No hay más que ver su ropa deshilachada, mustia, casi triste, con esa tristeza semihumana de los trajes moribundos.... Su rostro pálido, con palideces que no son sólo palideces de hambre material; sus ojos sin firmeza, el gesto de in- quietud con que lleva su mano al bolsillo del pantalón al preguntar su precio: -¿Cuánto vale?

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