Unidad de la materia, o, Identidad sustancial de los reinos inorgánico y orgánico

. J 9 tU:raleza viviente. Darwi'n con su genio colosal que asombró á la Europa entera y produjo una total revolución en el mundo científico, se encargó de ampliarla, . 1·esolviendo al mismo tiempo las objeciones de sus contrarios y las leyes -de la selección natu- ral y de la lucha por la existencia, abrieron un campo descono,– cido- á las exploraciones científicas, dando así el más atrevido paso en el terreno de la observación y la discusión razonada. Una de las doctrinas que de la teoría evolutiva se desprenden-, es señores, la de la unidad de la materia, impropiamente dividida hasta hace poco en inorgánica .Y orgánica, siendo su orígen sus– tancialmente idéntico y variando solo en sus manifestaciones. El ilustre naturalista de lena, Eduardo Haeckel, que la ha prohijado y defendido con toda la elocuencia de su talento su– perio'i- y su genio universal, no será por cierto la única autori– dad que invoque en.1m apoyo, pues él solamente aparece como la más fulgurosa estrella en esa brillante constelación de sabios, tales como Herbert Spencer, Tindal, Huxley, Osear Schmidt, Alejandro Braun, Broca, el abate Fabre d' Envíen, Vogt, Ernel:l– to Baer Oken y otras tantas eminencias científicas que pudiera citaros. - El estudio de los cuerpos simples ó elementos de que se ocupa la Qu ímica y en los cuales llama, desde luego nuestra atención, sobre to.io, el carbono, por el importante papel que desempeña en la Naturaleza y por las numerosas composiciones que forma con los demás elementos, oxígeno, hidrógeno, ázoe, azufre etc., nos manifiesta no existir ser alguno en el mundo orgánico formado · de sustancias que no se encuentren en la naturaleza bruta. No hay, pués, rigurosamente hablando, elementos primordiales or– gánicos, ni diferencias sustanciales entre unos y otros seres, refi– riéi-:dose solo éstas, á una agrupación particular de las moléculas, á un modo especial de combinación de los primeros elementos; •estudiemos con este objeto sus principales caracteres. A tendiendo á la densidad, los cuerpos inorgánicos nos presen– tan los grados diferentes que constituyen el estado s6liJo que ob– servamos en los cristales y minerales amorfos, caracterizados por una gran resistencia á la desagregación de sus moléculas ó se nos presentan en el estado líquido en que esta resistencia es casi nu– la, ó bien en el estado gaseoso, caracterizado por la espansibilidad ó tendencia á adquirir cada vez mayor volúmen; pero estos esta– dos tan distintos que nos ofrecen los cuerpos, solo son determi– nados por los cambios del medio ambiente y podemos ver.¡ficarlos en una misma sustancia con solo variar su temperatura; en los seres que ll amamos org ánicos, no encontramo. ni el grado de co– hesión que caracte.ri• el estado sólido, ni la debil resistencia que 2

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