Estudios geológicos en la provincia de Chancay

- 27 - ortosa no es sino un silicato alumínico y potá– sico; el anfíbol una mezcla de silicatos de calcio y otras bases, especialmente el fierro; el pir6xe– no un salicato calizo-magnésico, y muchas ve– ces tam bien férrico; y se comprende desde lue– go que todos estos minerales se hallan en las condiciones mas propicias para determinar, des– componiéndose, la formación de los diversos elementos que entran en la constitución del loess. Posible es que contribuyan igualmente (esta formación, las rocas plutónicas de sienita que contienen una gran proporción de anfíbol horn– blenda; y esta suposición se hace tanto más aceptable, cuando se piensa en las íntimas rela– ciones que enlazan á la sienita y al granito, no solo en lo que concierne á su yacimiento, s ino tambien á la época de su formación. Muy ve– rosímil es en consecuencia, que existan sien itas al lado de lc,s granitos y traquitas, en los An– des, y cuyos detritus intervengan entre los ma– teriales del lehrn de esta región. Lo que parece también como probable es que las rocas graníticas que constituyen las monta– ñas que circunscriben este valle, han permane– cido casi extrañas en la formaci6n del légamo. No han podido ellas suministrarle ningún ele– mento calizo, y aunque sí podrían darle una gran cantidad de arenas y de arcillas, creo que éstas deben encontrarse sobre todo forn~ando los terrenos de diluviurn á los que he hecho re– ferencia anteriormente. No quiero adelantar las razones que me inducen á pensar de tal manera, porque para proceder con método, deben ellas

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