Estudios geológicos en la provincia de Chancay

-9- en mi cerebro grabada por la elocuencia de los maestros y las enseñanzas de los libros. Y cuan– do he tenido ocasión de aprecic:1rlos por mí mis– ma, cuando he podido leer la narración de ]os fenómenos acaecidos en ]a Tierra, escrita allí sobre su mi~ma superficie con tales caracteres que en \'ano ·los hombres procurarían extinguir, ' héme sentido en la absoluta posesión de Ja ver– dad, y los más grandes pensamientos han dila– tado mi horizonte intelectual, y la más justa y abrumadora de las certezas me ha hecho sentir pequeña y respetuosa ante la imponente y sobe– rana magtstad del Universo. Circundada por vastísimos espacios que ape– nas los ojos podían abarcar, allá sobre los cam– pos de H uacr.o, he preguntado al suelo mismo que pisaba acerca de sus tiempos remotos, de su orígen, de sus transformaciones; y sobre él mismo he podido encontrar una multitud de da– tos concluyentes, aislados unos, combinados otros, pero concurriendo todos á un fin único, y dispuestos y armonizados de tal modo, que aunque se siente algún trabajo al estudiarlos no es imposible el entenderlos, porque parece que ellos se empeñaran en revelarnos lo que en otro tiempo fué esa importante porción de nuestra Tierra, y podamos escribir por este medio una página nueva de su historia. Voy á dictarla, pues, y solo siento que á his– toria tan grandiosa le venga á tocar la triste suerte de ser torpemente escrita por una pluma incipiente. Espero, sin embargo, que la bondad de las ideas pueda dispensarme acaso de la in– corrección de las palabras.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx