Ernesto : cuadro social

11 - 28 ERN.-Ah! qué luz! Ahora adivino! Tú .... la amas? era .. ella! Qué desencanto, Dios mío! Qué horrible prueba! No pases de aquí! AuG.-[fuera de sí] No! yo no imajinc que olvide sus juramentos, que rompa sus compromisos, que escarnezca mi confianza, que se goze en mi martirio~ Ah! sí, he llegado á tiempo de impedir su sacrificio! ERN,-Ja, ja, ja, ja! AuG.- Qué! te -ries? ERN.-Sufriendo más que tú mismo me rio, ¡ja, ja, ja, ja!! AuG.-Franca explicación te exijo de ese tono. ERN.- Siento dártela, pero escúchala. Tu ídolo, [con sarcasmo] esa mujer que te llena con el alma los sentidos, Fidelia, sí, "tu Fidelia," nunca te ha amado; es un mito, una esfinje; es un enjendro .. vi'va encarnación del siglo; Corre á sus plantas, romántico, corre, desdichado amigo, y vé si bastan palabras y lágrimas, y suspiros, y recuerdos, para hacerla que cambie á su Casimiro con sus coches y palacios, su crónico reumatismo, su vejez y sus millones .... sólo por tu amor divino!

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