Ernesto : cuadro social

l. 1. - 11 - mas nunca culto rinden á un cerro de oro. Quede eso á las princesas del puff alzado, pero no á las muchachas de hogar honrado, Nuestra muger limeña, por excelencia es abnegada, y huye de la bambolla; no cambia su carifio por la opulencia, y, con amor, prefiere p~n y cebolla. Tu Ernesto es un enfermo de pesimismo, · con algunos ribetes de orientalismo, que se ha forjajo un munda, mundo-quimera, que no es el que Dios quiso que mundo fuera En síntesis: mi juicio ya te es notorioForma, intachable.-Forrdo, contradictorio-:- porque son, hasta absur.dos, dos caracteres, y falso tu concepto de ]as mujeres. Para mí no la hay mala. Paladín de ellas, ya casadas, ya viudas ó ya doncellas, (excepciono á las viejas, que el pergamino no tiene de lo humano, ni lo divino; y á más, para polilla, la necesaria combato en mi faena bibliotecaria) ' ' aun contigo, á quien mi alma calor dispensa, me atrevo á romper lanzas en su defensa. Y basta. Punto póngale á este billete, que te suplico leas con toda calma y excusando lo franco--Novz"embre 7 - Tuyo, sincero. amigo-Ricardo Palma. . ¡ •

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