El Heraldo masonico

EL HERALDO. A.·.L.·.G.·. D.·. G.·. A.·.D.·.U.·. l-'allc del Callao, Diciembre 21 de 1861 E.·. V.·. Ven.·. .Miro.·. y queridos hh. ·. Si no se pusieran los medios para que las aso– ciaciones útiles avancen en el camino do la pros– peridad, nos veríamos reducidos á permanecer estacionarios y sujelos á la caduca ley de conser– vadores. La. masonería, que con razon és nominada la fuente del progreso y civilizacion, debe llenar el grande fin para que fu6 establecida, espar– ciendo la luz ya entre los iniciados, ya entre tas masas populares que particularmente en el Nue– vo Mundo han menester de nn faro luminoso que rasgando, por decirlo así, la espesa venda que cubre sus ojos, las ponga a la altura de los pue– blos del antiguo continente.. Cuarenta afíos masó m6nos hace que fos mis– terios masónicos principiaron á generalizan,e en el Perú; y despues do mil peripecias y paraliza– cion de los trabajos po1· causas diversas, la insti– tncion ha progresado, de tal manera, que hoy cuenta con mas de veinte mil aílliados en toda la República. En tales ci rcunstancias, es indis– pensable indagar las causas del masonismo, ex– plicarlas filosóficamente y hacer un estudio sé– río de lo que hasta hoy se ha creído por algunos una farsa, por otros, un pasatiempo honesto, por aquellos, una practica de ceremoniales, y por los mas, que son los que no han conseguido entrar a sus templos, se le considera como una secta cismatica y opuesta a la rcligion del Cruci– ficado. Pero como la masonería es, en mi humilde concepto; la recopilacion de los conocimientos humanos, el foco de las vi rtudes morales y so– cia les, el manantial del trabajo, la in<lustria, el comercio, la minerologh1, y en fin, el santuario doudc el crisol de la uiscusion purifica los nego– cios públicos del Estado y los principios religio– sos, siempre que no ataquen el dogma de nin– gun:.1 creencia; es por esto, que opino porque de– bemos aba ndona1· el sistema monótono de la ru– tina para entrar en la esencia de la institucion, sin perjuicio de consen-ar las prácticas que los siglos y los hombres mns promínentcs han res– petado en los trabajos masónícos. La manera de cosecba r tan buenos resultados, 1~0 es otra que una publicacion masónica en que tan lo los hh.·. como los profanos, puedan dis– cu lir por la prensa los puntos ó proposiciones masónicas que se presenten ú la consideracion de las Logias. Detenerme en probai· que la argumenlacion escrita es mas vigorosa y concienzuda que fo de palabra, sería trabajosupcrflno, desde que nin– guno de mis hb. ·. desconocerá sus ventajas. Con estos fundamentos, cfr, z o á mis queri– dos hermanos de los Resp.·. Tall. ·. « Concor- día Universal o .Y.« Cruz Austral• el eslablecimien· to de un periódico masónico. ,' Informe presentado por la comision del Resp T~II. ·. a Cruz A uslra 1•. · Callao, Enero 10 de 1862. V.·. i\I.·. Comisionados por vos para informar sobre la pre~ se11te proposicion, óbcno-s la honr,l de hacerlo en los términos siguien tes: Oemas seria encomiar la idea del cah. ·.proponente en e~te informe, desde que el modo brillante y pre~ ciso en que se halla L!dactada, su proposicion, la 1·c– comiencla lo bastante. ~n efecto, V.·. \L ·.; la masonería que por largo:1 ,iiios tuvo que rodear sus trabajrs del misterio y del secreto, por e\"itar la persecucion de los gobiernas tiránicos que dominaran al mundo; puede hoy, gra– cias á fa ilustrarion del siglo y á fas inslilucione~ democráticas que rigen en la 11epública, manifestar cuales son sus tendencias, cual el objeto que se pro– poñe. Como ha dicho muy bien el cab. ·. proponente,'gran– cles beneficios reportará la masonería, con la publica~ cion de un periódico, siendo los principales dos-1°, la instruccion que los Apr.·. y Comp.·, pueden en~ con trar en sus columnas, y 2o, hacer conocer al pueblo que la masonería no es una secta opuesta á la religion del Crucificado, como falsamente propalan nuestros enemigos los j esuitas; sino que por el con– trario en los templos masónicos, se reconoce y adora, á un Dios Creador y Conservador de cuanto existr, y que los masones, cualquiera que' S?a la religion que profesen, se reunen con el solo y exelu, ivo objeto d~ elc\"ar tl'mplos á lit virtud y cavar prnfundos cala– bozos al ,·icio-:lc prarticar la c,11·idad-:tli,-ia~ las nccesic!.1clcs:de nuesti-os prójimos y lucer el bien .'1 cualquiera individuo que su clesg,·acia llame ú las puertas de la masoneri,1, Convencidos, pues, de las vcnt,,j:1s que se repo-r– tarán de la instal11cion del periódico titulado ~El He– raldo ~lasónicou, opinamos porque se acepte la pro– posieion c¡·ue nos ocupa, y porque se le suministren al h.·. prnponcnte;todos los ;1uxilios con que puecta contar el Tall.·. Cruz. ,\u.;lr,tl á fin ele lleva~· a cahl> tau grande obra. \',·. M,·. !líanuel Se,!a:.ar. C.·. K.·. G.·. 30 Ir. \"ig.·. Joaquin t,/irú Qu esada. Gr.·. 13.·. 20 Vig.·. El Rcsp.·. Tall.·. «Concordra CnirersAf,~ aprobó tamlJien nuestro prospecto, pero no ha– biendo podíuo conscgnrr llna copia del inforny– dc su comi5ion, nos privamos del placer de i( serléldO, Re1"isla de la S .mana. ,1 EL HERALDO ~1ASO~1co" ,. .e aparece lioy en la vida pública, es un peri 1 ... 1co de nuavo género en el pais, y por lo m' .ino,espera que será at0n– dido, tanto mas, e•· 11lo que la suscricion se ha puesto en el min\.100 precio do dos reales para que los escasos de fortuna puedan obtenerlo sin nin– gun sacrificio. El Heraldo qniere rejislrar semanalmente to– dos aqnellossucesos masónicos, que por su i!llpo1 - rancia nomerecen ser consignados en largos ar-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx