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Ju1'·titia perpetua est el
im:morlalis.
Sap.
cap.
l.
V.
15.
Y
A
no
existe el Pati·iota
benemérito que
habia
rea..
nimado · nuestras esperanzas moribundas.-Suhyugadas,
oprinüdas estas regiones,
guardaban un
triste silencio
delante de sus tiranos; él o. 6 proclmnar la. verdades
que ellos detestan , hizo
frente
á
lo
opre. ores ün–
píos.....
Ti,.iunfará
sie1npre
la
injusticia!
Se declarará
siemp1·e
la fortuna por lo
crímenes
de los honibres!
¿
Sabeis
qual
ha sido el
éxito
de una empresa inspi–
rada por la virtud
y
por
los sentiniiento
mas
su–
blimes
y
mas
puros;
deseada de la humanidad;
pero
que nos
"ha costado tantas lágrimas?
Su
lengua
fué
cortada, su
cuerpo despedazado, su cadaver reducido
á
cenizas.
Execucion horrible
de
bárbara
atrocidad!_
Dudabais,
naciones,
de la verdad de
la
historia que
recuerda
los
fe
roces
hechos
de
los opresores
de Amé–
rica? Vedla comprobada de
nuevo.
El vil adulador
y
despreciable legista que en su execrable sentencia
da al rey de
España el título
de
adorable,
procuró
dar al suplicio
toda la intensidad
y
extension
posi–
ble. Antes de morir el desgraciado caudillo, vi6 con
gran
espíritu~
(*)
con
fortaleza
magnánima
la
muer-
f*)
Spiritu magno .,idit última.
Ecles. cap.
84.