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SUBVE' TCION
La de cien soles al mes para encuadernaciones
y
adquisición
de obras es, á todas luces, insuficiente.
Suscrita, como está ahora eon autorización gubernativa la
Biblioteca, á diversas publicaciones anuales científicas, históricas,
artísticas
y
literarias, estimo indispensable que, por lo menos, se
eleve la subvención mensual á la cifra de doscientos soles, desde el
próximo año de 1899.
XV
EDIFICIO Y MOBILIARIO
Reproduzco el siguiente párrafo de mi anterior Memoria:–
" La Biblioteca de Lima, estahlecimiento visitado de preferen::ia
"por los viajeros ilustrados, pueslasBibliotecassintetizan el nivel
" intelectual de los pueblos, no habla, por la vetustez del edificio,
"en favor de nuestra cultura. Son, pues, puntos de decoro nacio–
" na!:
l.º
el que, por carencia de estantes, no sigan los libros haci–
" nados ó formando doble hilera en los anaqueles; 2.
0
que se re–
" nueve el mobiliario de la Dirección, deteriorado ya hasta la in–
" decencia por más de catorce años de uso;
y
3.
0
que siquiera las
"paredes exteriores
y
la de los claustros reciban una mano de pin–
"tura., después de ocho años en que no se
atiendeáestaexi~encia".
Bibliotecario-mendigo, vivo siempre solicitando la limosna
de m ejoramiento en
el
edificio.
XVI
DISPOSICION" URGENTE
Una medida que se impone es la de decretar que los libros de
la Biblioteca no puedan ser leídos ó consultados fuera del estable- .
cimiento, salvo el caso de excepcional
exig~ncia
administrativa.
Desde 1884 recibo ordenes superiores para entregar obras
á
determinadas personas ó instituciones, y siempre por indetermina–
rlo plazo. Rarísimas veces ha sido expontánea la devolución. Lo
frecuente es que, despnés de algunos meses de salido el libro, tenga
yo que emprender enojosa campaña para. recobrarlo, lo que me ha
oca~'ionado,
y
sigue ocasionándome, desazones con aquellos que
creen que un libro de propiedad nacional es algo como
res nuliiu.->
<le la que todos tienen derecho para adueñarse. _