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explica .semejante mortandad, ÚniOOJmente, entr,e 101s pre–
sos?
E1sos 18 faUecidos son 1La más rotunda confirmación
de lo relaitaldo, ohreviOJdorrnente, en sus'
Memorias
por
Juan Bautitsrl:a TÚpOJC Amaru. Eso\S 18 muertos son la
acusación irrefutOlble contra Los moJ1trcrrto1S ,contra los cOJs–
tigolS, colfporolles, contra
La
de61!1udez y el hambre de
que
fueTon vícUmas.
¿Qué arguyen, oihora, todas aqueJtlos que vocifefO!rl,
para OJmenguar,
para:
aduiliterar ila vff'ci:CJdl histórica, pa–
ra negar las crueldades inauditas e innecesarias de los
conquisl!aidbires hisrpanos
en
Améirica? ¿Qué
Clll.ega¡n,
ahorra, los· que se pa:rOJpeitan deitrás de 1a fraJS,e "Leyen–
da Negra.",
frO!Se
con 1la cual
coilificOJn
todos
1as
relatos
de 1los cronistOJs más antiguos
y
de mayolf
créd~to,
que
han escrito sobre losi hechos inhumanos de· los conquis–
tadores? .. .
V
Olffios a
-acotar
la
segunda de
1
las das relaciones
antecedentes. AJl de1Sremb0Jrcar en Cádiz, tanto Juan Bau–
tista Túpac Amaru como sus diez compañeros sobrevi–
vienrtes, esperClifon, como es lógico
,la
disminución de
sus penct11idl0!d61S'. ¡EngañosOJ
esrp~anza!
... No
obstan~
te que la sentenida contr'Cli estos desventurOidoG era de
destlerro,
y
só'1o por d1ez años oomo en el caso de
Juan Bauti:sta Túpac
A:maru,
con grillfos, arrastrando
CO'–
denO!s, fueron encernados
1en
1Los cOJstimos de San Sebas–
Hán
y
de Sanrt.a CaJtallina, ,en cclabozoG de piedra, casi
sin luz
y
en completa incomunicación . .
Y
en estas cue–
vas illiernales vivieTon, si
'eso
era vivir, cerca de cuOrtro
años. Durante estH t1empo la mueT,te !liberó
a
si,ete de
ellos. Su¡perrvivieron en
1os
1meI11Cionados cais·tHlos sola–
mente
cuatro
de los qllle arribaron
a
España sobre Jas
cubiertas de "El Peruano".
Y
eran Juan Bautista Túpac
Amrnu,
p,edro
Nok11Sico Simbrón, Nicolás Victodno
y
Fran–
cisco
Ruano.
Bsttas mÓiI'tirr>es, pOira
tanta e
inconcebi–
ble resistencia, tenían, sin duda alguna, el alma de dia–
mante den1!ro de un oue:rpo de OJCero ...