Libros y Artes Nº 93-94

Página 2 LIBROS & ARTES MAGDA PORTAL O EL GRAN RUIDO DEL MAR ESTRELLÁNDOSE EN LAS PAREDES DE MI CRÁNEO «Si bien hay muchas que el tiempo ha sepultado, figuras como Magda Portal son íconos poderosísimos que sobrevivieron a su época y al silencio al que fueron impuestas». Victoria Guerrero 1 Algunas ideas aquí expuestas aparecieron en un artículo de divulgación que escribí para la revista electrónica Malquerida , con el título «¿Usted, usted es Magda Portal?» https://malqueridadice.com/2018/02/usted-usted-es-magda-portal/. 2 En los últimos tiempos, Carmen Ollé quiere ser reconocida como escritora de novela y prosa más que por ser poeta. Ella misma afirma que ya no la escribe. 3 Al respecto, se puede leer El abanico y la cigarrera: la primera generación de mujeres ilustradas en el Perú 1860-1895 , de Francesca Denegri (1996), entre otros estudios y pu- blicaciones de los últimos diez años. 4 Patricia Alba, Rossella Di Paolo, Rocío Silva-Santisteban, Mariela Dreyfus, Magdalena Chocano, entre otras. En los años setenta aparece una poeta que rompe con el registro anterior: María Emilia Cornejo (1949-1972), aunque muere muy joven, se suicida, a los 23 años. Conocida por unos pocos, pero contundentes poemas, su obra completa es reunida posteriormente en En la mitad del camino recorrido (1989). S i se habla de poesía escrita por mujeres en el Perú durante el siglo XX, surgen, in- mediatamente, los nom- bres de Blanca Varela (1926-2009) y Carmen Ollé (1947) 2 . Varela, en vida, recibió importan- tes distinciones, como los premios Reina Sofía (2007) y Federico Gar- cía Lorca (2006). Su es- critura ha sido alabada por la crítica y el pri- mero en resaltar su poe- sía fue Octavio Paz en su prólogo a su primer poe- mario Ese puerto existe (1959). Blanca era una poeta en un mundo de hombres. A las escrito- ras contemporáneas eso parecía tranquilizarnos de una cierta manera, al menos había una y era reconocida por sus pares masculinos, aunque, con el tiempo, eso nos trajo cierta agitación y extra- ñeza: ¿dónde estaban las otras? En el Perú, es eviden- te que las escritoras han tenido un acceso restrin- gido a los medios de pro- ducción escrita y, al mis- mo tiempo, su escritura ha sido censurada: ha- cia finales del siglo XIX, aparece un grupo impor- tante de autoras reuni- das en las llamadas Ve- ladas Literarias 3 , cuyo alcance no solo es lite- rario, sino también polí- tico. Clorinda Matto de Turner (1854-1909), so- lo por nombrar a una de ellas, fue duramente ata- cada por sus escritos an- ticlericales y en favor de la educación de las mu- jeres y los indígenas. Fi- nalmente, luego de la publicación de Aves sin nido , su imprenta fue quemada y ella vivió exi- liada hasta su muerte, en Buenos Aires. Hizo fal- ta casi un siglo para que, en la década de 1980, apareciera otro grupo de escritoras 4 que hicie- ra revuelo en el ambien- te literario y que pusie- ra su deseo en el centro de su escritura. Así, la poesía peruana de las úl- timas décadas ha estado marcada por la publica- ción de Noches de adre- nalina , de Carmen Ollé (1981), poemario radi- cal, cuestionador, incó- modo. El poemario ins- tala un nuevo proyecto estético, ético y político en la poesía peruana: (a) porque introduce un su- jeto femenino que escri- be con su cuerpo acerca de su deseo —en el sen- tido más amplio del tér- Una esperanza i el mar . Lima: Editorial Minerva, 1927.

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