.
.22.2
1tre
bon_ra~e
so1o -quTse mantf'cstar don&e
tenh
puesta o
•1onde
~reia. debers~
oncr la esperanza de n'uestro
remed~o
f!aciooa l
2 •
á-cl:mrndo ,
ó
digase
impugnando,
si se quiere ,
al
observador
btogr
'afi.éo;'
'º'ª
doctrina ,
-á
rnas de oprlmir voluntariamente
unos
r,,
cora~ones
q u·e empie.zan
á
dhfrutr-ir
algun ensanche
po1itico
des•
· ueCJ
de
tantas congojas ,
tt;.af} sferia
un
incendio ,
á.
l~~
p.rovin•
ci.Js'ó
rey~os
d-esu0segados.
¿
y
qué han
inferido de
es
to
aque•
Uos
tertullos
mi erables. ..•
?
han
inferido ( su
frase )
qtte
yo
ata._
cal>a
al Gobierno
Je Liilla.
Sl
tllo!I . supieran conocel'.
lo
que
S'~_g·
11ifica
gobierno,
sai>rirn amarlo,
.'!/
adherirse
a1 pape.1 mio. .
E_n
mi mal
ó
\)¡co
~erso nal
nada
supo ne esa
fa_ls~
atr1bu~ion
,
aurt
'1ue
les parezca 1egitirn ;
, por
que
no
estoy
obligado
á
consa-
1ra r
11.í ~
de
n;¡ die ;
pero
la
atribucion no · me
gusta
>
por
·~ue
soy
suscep tible de
l~usloncs '
sobre
mi
pundonor:
tcngó
plttm3
razon
y
nervio
para
norr ~
ar
los.
habladóres: y
una vez
•cho ,
cMlos
ó
yo
podriamos
ser
ó
hacer
vi
erimas de una
im•
trude-ne1~ ~
otros ,
y -
esto
es
opucsrlsimo á
mi modo de pen•
sar. Esos pobres hombres
ignorrn , que
no
hay
impulsos
mas
valientes ni mas constantes que
los del
-hombre moderado
y
sensible ,
quando
em
p-rende
contener los
estragos
-que
pue~ic'n
•
•
.,,.
<t
c:msar aquellos
imprudentes
que
entran
y
salen
et1
tiempos tan
criticas
por
los sonidos
de
ciertas
m~ximas
de,
~nb j crno
,
como
si
etHra ra n
y
salieran por Jos
nidos
de los
pueblos
ó
lo gares
comunes
á
pHtorear ganados. No
pienso
volver
~ ~soivir
,
Se•
-
"
.
.
.
.
-
rtore& ,
o
pienso
escn
vtr muy poco , mientras esas
gen!ts
·no
~a)a.n
á
la
,escuela á
aprender
que el Gobierno
y
el
g~bema~or
,
1a
_ley
y
el
magistrado,
son
cosa~
distintas
1
mucha
v..c..
es
~opuestas
a
la
conservadon
y
progreso de
los estados.