Mi Manuel

-49 - No sé que expresó rni cara, ni si comprendió rni desarnparor pero tornándome de la mano agregó: -"No importa, de todos modos seremos amigas". Sin más, quedó sellada la amistad; "amistad" que duró to- da la vida que fué para mí como la "Estrella" de la leyenda de los reyes Magos, que los guió hasta el término del viaje que el Destino les tenía señalado ... Desde ese día cambió mi vida en el colegio; ya tuve con quien hablar, jugar, bromear; a quien confiar mis penas y bastó para consolarme. Se me quitó la tristeza y la alegría na- tural de mis diez años volvió a renacer en mi corazón. Por gran casualidad la pusieron a mi lado en la clase; j un- tas repasábamos las lecciones que ella rne ayudaba a compren- der. Yo le contaba de Francia, del colegio, de mi hermana Mar- the ... , todo parecía interesarle. Por supuesto, yo le hablaba sólo en francés y por lm milagro de buena voluntad, muy bien me entendía. A su otro lado, tenÍF.l. ella de vecina a Antolina Sotomayor que se encelaba de verla conversar ''sólo con la gringa"; pero parecía interesarle muy poco, lo que ésta le quería contar, pues a mí no más me seguía escuchando. Ya con esa segura aliada cesó la broma de los nombres cam- biados y aunque seguían dándome los apodos denigrantes, yo aprendí a contestarles a medida que me adiestraba on el caste·· llano, llamándolas "chunchas, cholas, zambas 1 ' ••• según el en- crespa.do del pelo, que pronto supe distinguir. Esa clasificación mía, por supuesto muy antojadiza, t enía el don de herirlas en el punto más sensible de su vanidad, por esa misma mezcolan- za de razas que forma el conjunto de la peruanidad. Yo igno- raba esto entonces, poro al ver el éxito que obtenía, fué el arma de que me valí para vengarme. Furiosas se ponían todas: ~"Margarita no más, la ha echado a perder"- le decían. Ella se sonreía sin contestarles, pues era incapaz do aconsejarme mal, pensando cuando más, que sólo había aprendido a defenderme y aplicado el verso francés: "Cet animal est fort méchant: Quand on l1 attaque, il se défend !" ... En el pensionado éramos más de 200 alumnas, divididas en tres secciones: las tres primeras clases formaban la división de

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