Mi Manuel
-411- pobre y reumático sin poder ya trabajar, no tardó en morir en la más complieta miseria. Ganó don Guillermo Billinghurst la elección y subió al poder tranquilamente, pero los demás partidos no estaban sa- tisfechos y empezaron a rodearlo de una atmósfera maligna y burlona, de proyectos estúpidos que le atribuían. Con poco cunde. la maldad y aunque nadie creía en la autenticidad de esas torpezas, todos a medida que las inventaban se reían, pare- ciéndoles el "summum" de. la gracia repetirlas. Pero pronto llegaron a levantarle intenciones de mayor trascendencia, nada menos "que la supresión de las Cámaras que decían le estorbaban para realizar sus disparatadas concep- ciones". Y así ·empezó la opo:sición a tomar cuerpo encabezada por e1 Coronel Osear Benavides quien .asaltó Palacio en la no- che del 4 de febrero. ¿Quién le pagó y para quién trabajó? ... Eran muy diversas las opinione1s1en aquellos tiempos, lo más cierto fué que se quedó dueño de la situación, cuando las Cá- maras mismas lo eligieron Jefe de la Junta de Gobierno, tam- bién impuesta por ella;s. Al pob~e Billinghurst lo habían sacado de Palacio y lleva- do a Chorrillos; desde allí lo embarcaron para !quique, donde murió poco tiempo después. Al .alejar a Billinghurst, reprochándole querer suprimir el Congreso, lo legal 1según la Constitución, habría sido que lo reemplazara don Roberto Leguía, Primer Vice-Presidente de la República; pero una parte del Congreso malamente intencio- nada, intrigó para imponer a Benavi:des;. Se levantó entonces una fuerte oposición contra 1 8'sos ma- nej 01s. Citada a reunirse la Cámara, los universitarios sei deci- dieron a intervenir para obligar a los Representantes a concu- rrir a la sesión y sors,tener los terminantes. fueros legales. Nom- braron comisiones entre los jóvenes y Alfredo formó parte de una de ellas con cuatro compañeros mws; pero encontraron una completa resistencia; cobardemente los diputados · esquivaron el bulto con diferentes pretextos; hasta las. mujeres de algunoiS se les encararon defensoras de sus maridos, oponiéndo:sie· a que se "expusieran al peligro". Furiosos estaban los muchachos, ante ·e1se miedo cerval que les hacía faltar a sus. id:eberes, sólo buenos ellos y sobr·e todo ellas, para embolsar las dietas.
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