Mi Manuel

- 400- El Gobi 1 erno nombró a Percy Gibson nuevo Conservador d0 la Biblioteca Nacional, pareciendo haber vuelto la tranqui- lidad y terminado el incidente. Pero los .enemigos de Leguía siempre en acecho para fastidiarlo, se presentaron ante Palma incitándolo a que rechazara .al nue.vo Conservador impuesto por el Gobierno: "violando los estatutos del reglamento que le daban el :derecho de escogerlo", insistían en repetirle. Bastante se: resistió Palma1, no atreviéndose a fomentar ese nuevo ie injusto escándalo; pero 1su propio hijo, encanta- do de poderse vengar, se unió a ellos, convenciéndolo de que nada perdería, estando ya por cumplirse sus trei'nta años de servicios, con goce íntegro d 1 e sueldo .en su casa. Palma acabó por aceptar, presentando a Alberto Ureta co- mo sucesor de rsu hijo Clemente, po1sponiendo su renuncia, si acaso no lo aceptaban. El Gobierno no aceptó ni uno ni otro; imponiendo a Per- cy Gibson y sosteniéndolo .de Diriector, por consideración a su edad y años de servicios. Por tres veces p.ersistie.ron ambos en sus respectiva1s, im- p0:siciones, hasta que- al fin cedió el Gobierno aceptando la renuncia de Palma. Mientra;s., Leguía y Martínez se ponía de nuevo al habla con Manuel, recordándole tener su anticipada promesa "de aceptar un puesto de su competencia" y confiaba en ella. Ma- nuel protestó, rehusando ahora por ser espinosa la situación creada; pero Leguía tenaz y algo mañoso, invocó el espíritu recto y guerrero de Manuel que como buen soldado, no recha- za el combate ... También mientras se cambiaban esas notas entre el Go- bierno y Palma, los amigos de este último emprendieron una nueva campaña formando una comisión presidida por José Gálv·ez, F. Barreda, Felipe Sassone y otros, presentán.do ·se a casa de los posibles postulantes al puesto de Director de: la füblioteca, pidiéndoles no aceptasen el cargo para de nuevo fastiidiar a Leguía, dejando la Biblioteca, acéfala, al aceptar la renuncia de Palma. Don Eugenio Larrabure. y Unanue¡ muy amigo de Ma- nuel uno de aquellos donde fueron, les reprochó su actitud de "gresca malévola"; pero ellos se retiraron, negándors.e a dis- cutir el cas.o.