Mi Manuel

- 393 - Sin hacer ningún comentario le entregué a Manuel am- b:a.s cosas. El leyó la carta y comprendió lo hirientes que eran para. mi esos "ofrecimi;entos de gratitud" y viniendo a abra- zarme me dijo: -"No quiero tener mole1stias contigo por qujen no ·se las merece; mañana dice volver; devuélvele tú su cuader- no junto con su retrato y dile que siento no tener tiempo para ocuparme de 1sus asuntos". Así lo hice; pero no le entregué yo misma. sus cosas, sino que ·Se las hice remitir con la sirvienta. Sólo conservé la carta:. . De nuevo mandó don Germán Leguía y Martínez aviso de su próxima vi1s·ita, pero esta vez no quiso Manuel que s.e moles- tase en venir y fué él mismo al Ministerio. Había ocurrido un grave escándalo en la E1scuela de Artes y Oficios; ·SU Director sorprendido por la visita extemporánea de1 Ministro, había sido encontrado en pleno abuso de con- fia.nza, banqueteándose con mozas alegres, faltando a la dis- ciplina, fomentando escándalo. Sin duda delatado por algún "amigo" el Dire.ctor nada pudo alegar en 1su defensa y fué des- tituído inmediatamente. Furioso estaba don Germán y sin más pr,eámbulos le pi- dió a Manuel, acepta.se la dirección de la Eiscuela; "esta vez no podía eva.dirse, allí no había capellán ni misa obligatoria". Pero de nuevo Manuel rechazó la oferta, haciéndole compr'8n- der que si no iba contra sus convicciones religiosas, estaba también en completo desacuerdo con sus doctrinas. -"¿Qué sa- bría yo escoger a los maestros de taller, ni suprimir al profe- sor ignorante'? ~Pengo que rehusarle de nuevo, mi querido ami- go por no caer en la misma falta que he. reprochado siempre a todos" ... Un rato se quedó pensativo d'on Germán y luego le dij o: -"El Presidente va a creer que tiene usted el "parti vris" de excusarse, lo que nos faltan, sobre todo, son hombres honrados; aquí, 1se debería levantar un banquillo en la plaza pública, para fusilar a los ladrones, le as·eguro que, no dejaría un momento de funcionar! ... , queremos reformar este paJ.s Y su deber de usted es ayudarnos". -"Cuando lo que me ofrez- ca. sea de mi competencia, aceptaré 11 ••• , le contestó Manuel con toda sinceridad y bajo esws, palabras comprometedoras 1 se re- tiró. Manuel estaba hastiado de la vel·etería de esos amjgos que en continuado ir y venir lo acediaban; sin fe en ninguno, ha-

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