Mi Manuel

- 386 - Sólo Abraham Valdelomar cosechó laureles en esas ba- tallas frustra.das; pero no militareis', mucho más gloriosos al escribir sus f.amosas correspondencias: "Con la argelin~ al viento", dando a conocer su talento de "conteur" que aún ad- miramos después de su muerte. Antes de que "Los Parias" pasasen a otra1s 1 manos, Manuel había publicado anónimamente. "Presbiterianas", obsequiando su producto en beneficio del mismo periódico; no por negar su paternidad, como lo pretendieron algunos mojigatos mal pensados, al decir que se avergonzaba de haberlas escrito, si- no para seguir di1s·imulando su intervención en ·el periodi- quillo. Diez años después de la muerte de Manuel, en 1928, saqué yo una segunda edición de "Presbiterianrus" junto con la ter- cera de "Minúsculas", la completa antítesis uno del otro· ' ambaJsi probando su doble talento de soñador y de satírico. Muchas personas ilrnstradas, apreciando el mérito de "Presbiterianas", hasta compararon su estilo con el de Queve- do; elogio muy 1 estimado por Manuel, · gran admirador del primer poeta español, del que sabía todos los versos de. memo- ria. Pero no había de s·er 1 siempre en son de ataque que Ma- nuel levantara la voz; también fuera de los dulces romance1s de "Minúsculas", simple abreviado de amoro1so pasatiempo, hizo conocer más ampliamente su saber y superioridad poéti- ca, al publicar "Exóticas". Pulidas con el arte de un verda- dero orfebre, con agudo buril, grabó ,entre las líneas de sus vers0rs tanto sus libres ideales, como la forma perfecta de sus composiciones sin sacrificarlas "al carcán de la rima". otros, como verdaderos tambores de orquesta de bandtt po- pular, han atronado los air·es con sus redobles de hueca sono- ridad, haciéndo1se oír y aclamar por la vulgar multitud. Mien- tras él por el contrario, sólo puede ser comprendido por los prosélitos y privilegiados del 1arte poético; siendo desgracia- damente muy pocos los que pudiesen apreciar su mérito. Manuel más que todo, en su idealidad y en cada acto de su vida, fué un puro pO'eta, igual que Lamartine, tanto al es- cribir en prosa, como al hacerlo en verso por supue1sto. Tri1s,te idei~ habría que tener de esos poetas que no lo reconocen Y