Mi Manuel

- 378 - ¡Cómo nos entusiasmamos con esa idea que nos parecía inaplazable realizar! P.ero Manuel siempre reflexivo, apagó nuestros entusiasmos, haciéndono:S· comprender la imposibili- dad de realizarla, no debiendo exponer nuHstro pequeño hahe.r. nuestra independencia, al capricho de la Autoridad que de un~ plumada nos lo podía confiscar. Hasta amigos, entre ellos don Peidro Solarí, siempre entu- siastas, le ofrecieron prestar el dinero nece.sa.rio; pero Manuel rehusó, sabiendo la impo·sibilidad de restituir ese dinero. en caso de que el gobierno nos los quitara. ' · Parecía que Monseñor Obín hubiese adivinado los celo1s de Alfredo al reprocharle a Manuel su vieja amistad de infan- cia, pues nos fijamos que ya espaciaba sus visitas desde algún tiempo. En verdad podía ser que. se hubiese resentido de una ne- gativa mía, al manifestarme 1su deseo de venir a comer con nosotros cada semana: -"Mire Adriana, me dijo, ahora tengo un día libren ... y me explicó estar invitado en lélJS•mejores fa.. milias de Lima y recibido con el mayor cariño; ·'los lunes voy a casa de las Ayulo, los martes donde la señora Beatriz de Fe- rrer", pero yo sin dejarlo seguir, lo interrumpí: -"No, no, aquí comería usted muy mal. . . muy mal ... , le repetí más fuerte, por 1ser algo sordo. De.spué~ que se fué, Manuel me reprochó mi agresividad con su amigo, pero me defendí. -"Antes me habría encantado, sentar a una santa paternidad a mi mesa; pero ahora, ya ves, soy más realista que el rey" ... y los dos nos reímos, él en reali-· dad ,aprobando el haberme sublevado enérgicamente contra esa imposición. También podía tener aún mayor resentimiento contra Ma- nuel nuestro amigo Obispo "in pártibus", pues cuando murió Candamo, el Gobierno le encargó pronunciara su oración fú- nebre ·en la Catedral, el día de sus exequias. Expresamente lo fuímos a visitar y Manuel le aconsejó hablase la verdad sobre Candamo, como era su estricto deber de sacerdote. En el acto .se sulfuró Obín: ---."¡Todavía no me he vuelto loco como tú!, sólo diré lo que pueda ser de buen ejemplo en su vida" ... , agre- gó, bajando j esuíticamente la voz. -"¡Fraile hipócrita, eres co- mo todos" ... , le contestó Manuel duramente.

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