Mi Manuel

- 376 - -ra, pues casi ciego se volvió el pobre, en los últimos días de su agitada vida. En realidad y resumen, la vida de Gamarra fué como la de todos, un producto del medio, del que aprovechó para vi- vir: predicó "la moral" sin practicarla; pregonó "virtudes -eívicas" que nunca tuvo, teniendo él mi1smo todos los vicios .que reprochaba a los demás. Fué versátil en política como en .amores, pues cuantas veces le convino, abandonó a Manuel para plegapse a Cáeercs, a Piérola, a Pardo y a Billinghurst'. .así sucesivamente y por períodos, esperando le diesen esa di- _putación por Huamachuco que fué siempre su sueño dorado. Dos veces la llegó a ejercer en el tiempo de Cáceres y en el de .Billinghurst. En fin, con todo eso malo a cuestas. . . convengo Bn que todavía fué. . . ¡el mejor de todos!. . . y venero su re- <merdo. A Alfredo y ·R. mí se nos ocurrió que Manuel escribiese otro libro; de nosotros nació la idea que se realizó en "Horas de Lucha". Caso raro, primero surgió el título para luego pro- bar con razones lo que en sí mismo prometía. Alfredo con su ardor juvenil y el mío siempre combativo, hostigado por los dos, cada día escribía un nuevo "Nuestro", formando así el terrible libro de acusación, en que cada uno encontrará lo que le toca; hasta su epitafio antes de su muerte. En "Nuestra Aristocracia" retrató Manuel a los que ha- bía codeado a diario durante treinta años, conociendo muy bien a esa "soit-disant" nobleza colonial con sus 1 vicios y sus lacras, desdeñosos con los demás, creyendo merecerlo todo con sus títulos de nobleza más o menos fidedignos ... Manuel desde antes que empezara a escribir había supri- mido el "1 ae" de ·su apellido: -"Lo he tirado para que algún zambo lo recoja" ... , solía decir; muchos se agacharon a "re- coj erlo" y desvergonzados se lo plantaron, creyendo engañar a los demás. Así1 sucesivame.nte escribió oada uno ele los trece capí- tulos de que constan los "Nuestros" y con la misma pasión que ponía en querer, como en aborrecer. 'I'ermina el libro con dos cartas· que Manuel juzgó necesario publicar, para dar a cono- cer los motivos que lo indujeron a separarse de la Unión Na- cional, contestando a don Francisco Gómez de la Torre, Pre- sidente del Comité Provincial de Arequipa.

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