Mi Manuel

- 370- término de la fiebre, como me lo había avisado el doctor Al- fredo quedó curado y otra vez fué 1 al colegio; consulté a' Ma- nuel para hacerle un obsequio a don Mariano, él 1sabiendo de su pobreza me dij o sencillamente: -"Regálale un par de li- bras, le serán más útiles que todo". En efecto cuando volvió le dí con toda delicadeza y envueltas en papel la:s dos libras' que muy apurado me recibió y embolsó; pero enderezando en~ tonces el busto y con tono de "dignidad ofendida", me repro- chó acabarlo de insultar, soltándome una longaniza de recri- minaciones. Me dió ganas de interrumpirlo y decirle que me las devolviera; pero la prontitud del geisto con que las había embolsado, no me dejaba duda sobre la f.als 1 edad de sus pa- labras, sabiendo su gran pobreza y mayor vanidad. Callé, de- jándolo hablar. Días !después, don Mariano pareciendo desenojado, vino a proponerme darle a Manuel · una "serenata" por el día de su santo; trayendo guitarristas y cantores; yo 1s 1 abiendo de la poca afición de Manuel por el Arte musical, lo disuadí de ha- cerlo y mucho se resintió; sin embargo siempre vino ese día anunciándonos la muerte de una hija suya. -"¿De qué mu- rió?;', le pregunté,- "Spii ... murió, porque le faltó la vida!" ... me contestó, bastándome tan lógica razón, para convencerme de la causa de su muerte. Pero tampoco parecía estar muy afligido, diciendo ser padl'.'e de cuarenta y cinco hijos reconocidos. . . sin contar los achacados. . . añadió con aire muy satisfecho, retorciéndos0 el bigote ... testificando merecer su apodo, pue.s lo llamaban "El Chivo Torres". Otro amigo nuestro desde antes de irnos a Europa., pues era antiguo fundador de la Unión Nacional, era el doctor Al- berto Quírnpcr, especialmente estimado de todos por su buen carácter y que también dió prueba de .su talento de abogado al defender a Glicerio Ta.ssara, salvándolo de las garras de sus enemigos civilistas de "El Comercio" en tiempo de Romaña, cuando atacaron a la "Idea Líbre". También nosotros le teníamos simpatía especial, por ser amigo de los animales, andando siempre con su fiel perro "Fosforito" que muchas veces perdía a su amo y venía hasta nuestra casa a buscarlo. -"No siempre me encuentra en lu- gares tan respetables como este" ... , confesaba. el mismo Quím-