Mi Manuel

- 367 - por su honradez, le confiaban a vender sortijas, brillantes y perlas, sin que nunca les hubiese pesado el haber depositado en él su confianza. Se había convertido al protestantismo, aconsejado por ami- gos de esa religión y aunque su cabeza era un nido de grillos, tenía a "mucha honra" el no ser ya católico. Al principio sacaba sus "Parias" en el Callao ayudado por su amigo Alfredo Baldassari, luego is·iéndole más cómodo, se trasladó a Lima y aconsejado por !sus amigos de la "Idea Li- bre" vino donde Manuel para que le ayudara.. No vendía su pe- riódico; cada simpatizante a quien se lo obsequiaba, volunta- riamente le daba algunas pesetSJs 1 y cuando había juntado trein- ta soles, venía donde Manuel: -"Señor don Manuel, ya pode- mos sacar un nuevo número, prepáreme· material". Y efecti- vamente Manuel procedía a formarlo, escribiendo él mismo o reproduciendo buenos artículos sacados de sus canjes, pues los tenía y muy buenos desde la nueva dirección de Manuel, ha- biendo obtenido fama entre periódicos europeos· de la misma índole, considerado como "el de ideas más avanzadas de la América del Sur". Por supuesto el nombre de Manuel- no aparecía para na- da llevando en su encabezamiento el de "Pedro Pablo Astete Director". Estaba satisfecho el pobre hombre, creyendo real- mente ser él, quien difundía las ideas. Cuando le llegaban car- tas, se las ·entregaba a Alfredito diciéndole muy seriamente:-- "Leeme esto hijo, que se me han quedado en casa los anteo~ joB" ... mi:mtras los tenía en la nariz y acababa de leer per- fectamente los impresos. El día que los "Paria;s" cumplieron años de existencia, Ma- nuel escribió y le hizo firmar un comentario sobre esa fecha Y le oí decirle a Alfredo: -"A ver dime lo que "digo aquí", antes de llevarlo a la imprenta, curioso o desconfialdo tal vez en saber lo que le hacían decir. Para Manuel era la válvula de escape donde desbordaba "le trop plein" de su cerebro, del que brotaban las ideas generosas. También se entrelazaba la política con las ideas doctri- narias y otros escritores aportaban anónimamente, .su cola- boración, dándole cada día mayor importancia al periódico. Hasta Alfredo colaboró en el número del aniversario, dedi- cándole un acróstico a Astete que para gloria del muchacho

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx