Mi Manuel

- 341- ':Pambién allí hicimos amistad con otro perro, "Negro" lo lla- mábamos por ser su color y no saber su nombre verdadero. Su- poníamos que fuese el perro "Mascota" de la banda militar, pues los días de retreta venía solamente. Muy amigo de Cucho nos se- guían los do.s 1 • El Negro, de pelo corto, un especie de mastín, venía a mi lado, ayudándome a alzar mi traje, cargándolo en la boca. Parecerá mentira la gracia del perro, pero no tendría por que inventarla. Al irnos a casa, no queriendo que nos siguiera tratábamos de perderlo, para e.so Alfreidito se lo llevaba a dar vueltas en dirección opuesta a Mercaderes, donde d~spués él nos alcanzaba. Ha:sta que una mañana estando yo sentada en la sala cerca de la ventana, con gran sorpresa ví aparecer el Negro; el sabi- dazo animal siguiendo sin duda el rastro había dado c_on la casa. Cariñosos saludos, grandes saltos, locrus1fiestas para cie1ebrar el feliz encuentro, ·sobre todo entre él y Cucho. Todo el día se quedó con nosotros; Alfredito lo nevó a com- p1~a.rle collar y medalla para salvarlo de la "perrera", invención diabólica, tumba de todos los perros de· Lima en esa época, lle- vándolos en una "carreta municipal" que unos abyectos mucha- chos iban siguiendo y con tamañas sogas, le echaban lazo a cuan- to perro encontraban por la calle. Para eso cometían los mayores abusos y crueldades, ahogándolos a m~dias, antes de lograr meterlos a la carreta. La gente impasible asistía a diario a ese espectáculo salvaje sin jamás intervenir, ni impedirlo. En cuanto a nuestro pobre Negro por hacerle un bien tal vez le hicimos un mal, pue1s1desde es 1 e día, nunca lo volvimos a ver. En Eistados Unidos, un loco o un sectario de concepto ex- traviado, asesinó al Presidente Mac Kinley con el pretexto "de vengar a la Humanidad". En riealidad nadie podía aprobar ese crimen, pues en Estados Unidos no se concibe un Dicta- dor, ni lo soportarían; pero sin duda por dársela de "espíritu avanzado", uno de los jóvenes escritore1s1 de "La Idea Libre" alabó el "gesto justiciero" y el Ministro de los Eistados Uni- dos en Lima :denunció el artículo, entablando "Juicio de Im- prenta". Para defender al compañero o queriendo tal vez imponer la personalidad de Manuel frente a la conciencia de los jue-