Mi Manuel
- 339 - Hasta ahora creen que sufrió gran desilusión al verse aban... donado de sus discípulos. : nunca le oí quej ar,se; mejor que na- die conocía el medio en ·el cual había na.cido, bastándole para ser feliz el gran cariño mío, de su hijito y seguir fiel a su credo. Si en los últimos meses de su vida escribió los tristísimos versos de "Trozos de Vida", fué sólo el fil6sofo que expre1só sus dudas y desengaños frente a los problemas del "más allá" en que tan pocos piensan, contentándose con vivir al raz del suelo. Días después anunciaba "Germinal", órgano de la Unión Nacional, la separación de Manuel, r ecalcando con sorna "haber- se incorporado e¡se mismo día un nuevo adepto, un honrado ohrero, equilibrando así el número de su s afiliados". Una sonri- sa de desprecio se asomó en los labios de Manuel y sin hacer co- mentarios me lo alcanzó; confieso que no imité su prudente si- lencio y que acerbas palabras calificaron la burla de esa recua de canallas. Y continuó Manuel de luchar y combatir como lo había he- cho antes, consultando sólo su propia conciencia. Así defendió a Tassara director de la "Idea Libre" al ser atacado por una bandada de for agidos encabezados por uno de los hijos del director de "El Comercio"; quienes armados de revólveres y palos, invadieron la misma imprenta~ de la "Idea Libre". Habló cuando se lo pidieron en la "Federación de Obreros Panaderos" encabezados por Delfín Lévano y en la tribuna de la Logia de la "Stella d'Italia", cada vez qu e su pre- sidente don Pedro Solari, lo invitó a dar conferencias. Su palabra levantaba tempestad: unos para defenderlo, otros· para atacarlo, pero repercutiendo siempre hasta el último rin- cón del Perú. Muchos al llegar a Lima lo venían a ver: -"¡ Vie- nen a conocer a la "Fiera"! ... , decía él mismo, riéndose del chas- co que se daban al encontrarse frente a un hombre de aspecto tranquilo y acogedor, en lugar del adusto luchador que apare- cía en sus escritos. Al separarse Manuel de la "Unión Nacional", cuando preva- ricaron todos, sea por ambi~ioso1s. o serviles por seguir a los de- más, al tener en sus venas sangre de esclavos heredada de sus abuelos, algunos pasado un tiempo volvieron a venir, otros con- tinuaron alejados para siempre. Entre estos Alberto Secada se- guía vomitando 1 su bilis atrabiliaria contra Manuel. -"Ya es mo-
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