Mi Manuel

- 338 - tamente días antes, dos de ellos al salir de su convento, ha- bían mirado mucho al muchacho, al verlo pasar montado. Manuel no había protestado de la infidencia de sus com- pañeros de la Unión Nacional al unirse con el Partido Liberal.. El. nunca había aceptado el título de "Jefe" que ellos le querían dar, considerándose como una simple unidad en el partido, ui proceder contra la voluntad de ellos; pero tampoco podía aceptar-, que lo arrastraran fuera del camino de sus propias ideas. Por eso, cuando la Unión Nacional prohijó la forma- ción de la "Junta Nacional" con elemento conservador, Manuel consideró su derecho por no decir su deber, el separarse del Partido que ya no personificaba sus Ideales. Seguramente les dolería la renuncia de Manuel y la co- mentarían ágriamente los del Comité de Lima, aunque pocas veces la conveniencia cede el paso a la conciencia. Pero los del Comité de Arequipa se alarmaron y encargaron a don Francis- co Gómez de la Torre su presidente, le pidiese a Manuel una ex- plicación. En una larga carta les expuso Manuel los motivos ele su separación y lo inadmisible 1 en un partido de Ideas Radicales, dar poder o cobijar a conservadores, con el sólo pretexto de ser honrados. (Carta publicada después en "Horas de Lucha"). En Arequipa mejor que en ninguna parte podían palpar la intransj gencia de los clerical-es en materia de ideas y tomar modelo ide ellos; allí donde acababan de quemar en plaza públi- ca. la efigie del hereje Manuel González Prada, a pesar de no poderle reprochar su falta de honradez. Manuel sólo concebía la línea recta en un Partido de Prin- cipio1s1: -"Sin genuflexiones ni acatamientos a los conservado- res y ultramontanos" ... como les decía en •su renuncia. Sin am- bición personal, no había solicitado a esa juventud que lo acom- pañas·en siguiendo adelante en esa misión que se había impues- to de abrir los ojos a los ciegos señalándoles el buen camino. Unicamente s>Grn.hrador, no le preocupaba saber quiénes ni cuándo aprovecharían de la co.secha; "repitiendo la frase rlo Zola: -"La Vérité e.st en marche, personne ne l'arretera!" ... y como él incansable en perseguir a esa falsa religión que per- donando toda;s las faltas corrompe también to.das las con- ciencias.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx