Mi Manuel

- 327' "Figurón"; pero la tuvo y muy grande al aceptar el poder, quien diciéndose ,sincero católico, no tuvo conciencia para com- prender que su elección fué fraguada; su falta de preparación para gobernar que aceptó sólo para ser:vir de maniquí a Pié- rola, taparle sus gatuperios, con la contlición de devolverle el poder al terminar su período. Pero ni siquiera en eso fué fiel a su amigo y protector, jugándole la r ,asada de entregar el po- der a los civilistas en la persona de Candamo. Esto era el peor resultado que podía producirse, ahogando las tendencias libe- rales empezadas a brotar en el país y la voz de sus jóvenes defensores, al estar otra vez bajo la férula de los civilistas, la peor plaga que cayera sobre la nación. Pero volviendo a nuestro tío La Rosa, no le iba muy bien con su ex-socio y paisano arequipeño, pues pasaban los meses y no parecía acordarse de él. Ya sabían por experiencia sus amigos, que era " 1 el hombre de la:s promesas", pareciendo go- zarse en ejercitar la paciencia de los infelices a quienes ofre- cía servir. También parecía asentarle muy mal el clima de Lima al pobre Francisco; había venido con fea tos, adquirida a la som- bra del canoso Mi·sti y parecía recrudecerle con la humedad del invierno limeño. Muy mal fin le presagiábamos. Igual pen- saría su hijo Ricardo, tenedor de li]?ro.s del Banco del Perú y Londres, pues lo oíamos aconsejarle se regresara a Arequipa) ya que Romaña parecía olvidarse de él. Hasta que una mañana nos dieron la mala noticia de su trjst,e fin de hemotisis, sobrevenido en un ataque de tos, aho- gándose en un vómito de sangre. Al otro día tuvo lugar su entierro: todos los compañeros de Ricardo empleados del Banco Perú y Londres estaban pre- sentes y cuando también llegó su director don José Payán to- do.s se levantaron con el respeto a que estaban acostumbrados,. al ver entrar a su jefe. Manuel fué el único que no se movió de su asiento. Entonces Payán desdeñando los saludos de sus ovejunos subalternos, se acercó a Manuel y con la mayor deferencia lo saludó. Absortos quedaron, preguntándose ¿quién era aquel personaje que ,se merecía trato tan especial, de parte de quien se mostraba siempre tan desdeñoso con todos ellos?