Mi Manuel

- 326 - señor Rada, jorobado, 1 siendo ambos víctimas de los diarios chistes limefios, pródigos en satírica burla. No tardó en zumbar a los oídos de Romaña el zancudezco soneto, quien atribuyéndolo a Numa Pompilio Llona, poeta ecua- toriano de reconocida fama en ese género de estilo, lo destituyó de la clase que dictaba en la Escuela Militar de Chorrillos. Manuel era amigo de Llona y al saber por Isabel la inmere- cida venganza, le escribió avisándole ser autor del "delito", au- torizándole para declararlo. Poco tiempo después, reistituído en su puesto, vino Llona n. darle las gracias a Manuel por su hidalguía. "Por partes, no me desagradaba que me lo achacaran, el soneto es de buena "factu- ra" pero me resultaba doblemente pesado, por costarme el pues- to y aparecer burlándome de la santa religión: bien sabe usted don Manuel, que soy fervoroso católico~'. Efectivamente lo sa- bíamos devoto, pues en el fondo de su tarro, siempre veíamos pegada una estampa del Corazón de Jesús y una. de las travesu- ras de Alfredito, ·era arrancársela y pegarla después en el som- brero de nuestro amigo Secada, el más virulento enemigo del ca- tolicismo, no pudiendo nunca suponer que en casa le hiciesen la broma. Junto con Romaña y su "enano contrahecho" había regresa- do de Arequipa Francisco R. La Rosa· tío de Manuel, atraído por las ofertas de su ex-socio ingeniero ahora en el poder,. después del descalabro sufrido juntos, al establecer la luz eléctrica en Are:quipa. Con mucho placer reanudaron la vieja amistad tío y sobri- no, viniendo a menudo a casa a recordar los ya lejanos años de juventud. Ya Manuel había atacado a Romaña en varios periódicos y parecía alarmars:e, pues una tarde vino Francisco a decirle a Manuel muy confi.denci:almente: -"Vengo de parte de don Eduardo a pedirte que no lo sigas atacando y te dará cuanto pidas en pago de tu silencio".- "Pues dile a tu paisano, le contestó Manuel, que por lo mismo lo seguiré atacando". En efecto continuó publicando en "La Idea Libre" y otros periódi- cos de oposición los acerbos artículos, reunidos hoy en "Fi- guras y Figurones". Ahora vista de lejos parecerá de poca impórtancia la ac- tuación de Romaña sin valer la pena de atacar a semejante